El arzobispo de Mérida-Badajoz, Antonio Montero Moreno, fue intervenido quirúrgicamente ayer en el Hospital Infanta Cristina para eliminar una obstrucción detectada en la arteria carótida izquierda, y se recupera bien, según fuentes del arzobispado pacense, que no hizo público el hecho hasta que finalizó la intervención, mediante una nota de prensa, "para no crear alarma", según manifestó después un portavoz.

Antonio Montero, de 75 años, fue sometido a una operación quirúrgica por la mañana, para eliminar una obstrucción en la arteria carótida izquierda, para lo cual se le practicó "una endarterectomía carotidea izquierda más plastia con parche de dracón", según consta en el comunicado.

En el momento en que EL PERIODICO habló con los responsables de prensa del arzobispado, Antonio Montero se encontraba bien, dentro de su estado, y se recuperaba de la operación en el propio centro hospitalario, donde hará el postoperatorio y permanecerá en observación al menos durante 24 horas, así "se espera que esté restablecido en una semana y pueda continuar con su actividad".

El arzobispo tenía señalada la operación a raíz de de que se notó falta de visión y acudió a una revisión médica, en la que se le detectó dicha obstrucción, si bien el arzobispado no señala en qué fecha. La operación se realizó entre las once de la mañana y la una de la tarde por el equipo médico del doctor Collado.