El presidente de Asaja Extremadura, Ángel García Blanco, anuncia que los agricultores cortarán la nacional 110, a su paso en Navaconcejo, a partir de julio como protesta por la falta de ayudas por las pérdidas millonarias en la producción de cereza debido a las últimas lluvias, informa la agencia Europa Press. Aunque, la agrupación de cooperativas mantendrá una reunión en Valdastilla para evaluar la situación, García estima que el total de pérdidas puede alcanzar esta temporada los 17 millones de kilos que alcanzarían en el mercado un valor de 40 millones de euros. El dirigente agrario señala que independientemente de las medidas que se adopten en el encuentro, Asaja convocará un corte para el sábado 7 de julio de la carretera N-110 a su paso por Navaconcejo y otro más para el siguiente fin de semana que afectaría a algún tramo de la zona en la Autovía de la Plata. Según Asaja las ayudas deberán venir tanto de la administración regional como del Gobierno central al que pidió que en el próximo Consejo de Ministros adopte medidas para paliar la situación de los 3.700 agricultores afectados en las comarcas del norte de la provincia cacereña. Entre las ayudas que la organización agraria reclama a corto plazo para el sector están la exención del pago de IBI a todos los agricultores, la condonación de las cuotas de la seguridad social durante un año, así como la exención del pago del I.R.P.F a los agricultores afectados y la subvención a fondo perdido de 6.000 euros por agricultor profesional. A largo plazo, García Blanco exige que se destine una partida de 8 millones de euros para restablecer el patrimonio rural afectado ya que han desaparecido miles de bancales en las fincas. También pide que se cree un seguro eficaz que garantice las rentas, "ya que algo falla cuando sólo 40 de casi 3.700 agricultores han contratado la póliza", asegura Blanco, mientras apostilla que "el seguro actual es un atraco". Cabe recordar que, según los datos aportados por Asaja, en la primera oleada de lluvias y pedriscos de hace unas semanas se perdió el 95 por ciento de la variedad Burlat, el 75 por ciento de las variedades Navalinda y California, y el 40 por ciento de la variedad Ambrunes, la conocida popularmente como "picota" en la zona baja y casi un 80 por ciento de las zonas altas como consecuencia de la grave granizada que tuvo lugar. Esto supuso unas pérdidas a precio normal de mercado de 21 millones de euros para un total de 9 millones de kilogramos. Ahora, después de las lluvias del pasado fin de semana y según indicó García se ha perdido el 25 por ciento restante de las variedades Navalinda y California que quedaban en los árboles y casi el 80 por ciento de picotas, lo que supone "casi otros 8 millones de kilogramos con un valor de 18 millones de euros y por tanto la situación más dramática que nunca antes se había vivido en el sector", asevera. Cabe recordar que en Extremadura este año la cosecha ha sido escasamente de un 28 por ciento de lo que hubiera sido un año normal. Se han perdido 17 millones de kilogramos de una cosecha habitual de 23,5 millones de kilogramos por lo que García Blanco auguró que "quien quiera comer cerezas este año tendrá que pagar un buen precio por ellas", concluye.