El presidente de Asaja Extremadura, Angel García Blanco, ha solicitado a las administraciones medidas para paliar las repercusiones que tiene la escasez de lluvias en la agricultura y la ganadería.

El reciente balance de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha venido a atestiguar la situación de precipitaciones muy por debajo de la media durante la última primavera, situación que para García Blanco es "de tal gravedad" que "las administraciones deberían empezar a moverse".

En su opinión, la ausencia de gobiernos aún, tanto a nivel autonómico como nacional, no debe impedir que se tomen estas medidas, pues el campo extremeño no puede esperar.

En este sentido, el presidente de Asaja considera que es necesaria la llegada, por ejemplo, de las ayudas de mínimos para compensar las pérdidas de los ganaderos y de los agricultores.

La Unión Europea contempla estas ayudas, de 5.000 euros anuales con un máximo de 15.000 euros a tres años, que deben ser solicitadas por la Junta de Extremadura y aprobadas por el Gobierno central.

Angel García Blanco espera también que el Ministerio de Hacienda plantee una reducción de los módulos del IRPF para todos aquellos afectados por la sequía para el próximo año.

En el episodio de sequía de 2017 se exigieron e implantaron también medidas para la inversión en pozos, charcas o bebederos, pero el problema en este caso, ha afirmado, es que "aún no hay gobierno autonómico".

Los escasos niveles de precipitaciones durante primavera, con especial incidencia en mayo, han provocado que los ganaderos extremeños hayan tenido que llevar a cabo importantes desembolsos en alimentación suplementaria.

Durante los tres últimos meses, los de vacuno de la comunidad autónoma gastan en este tipo de alimentación 480.000 euros diarios, mientras que en el ovino y el caprino se desembolsan unos 450.000 euros al día, una cantidad muy superior a la del año pasado, ya que fue prácticamente nula en este concepto, según el dirigente agrario.