La organización agraria Asaja no ha querido esperar más. El mismo día que Mariano Rajoy pronunció su discurso de investidura como futuro presidente del país, el máximo representante de Asaja Extremadura, Angel García, le exigió un esfuerzo en favor del sector tabaquero: que el Gobierno ceda competencias y protagonismo a la Junta de Extremadura en la toma de decisiones sobre Cetarsa.

García compareció ayer en la sede de la organización en Cáceres. Lo hizo para reivindicar la adopción, "con urgencia", de medidas que garanticen el futuro del cultivo. El tabaco, recordó, es la principal vía de ingresos de casi 23.000 familias extremeñas, entre producción agrícola, transformación y servicios auxiliares. Por ello reivindicó una "auténtica labor de coordinación" entre las administraciones.

El presidente de Asaja lanzó varias exigencias. Cetarsa, la compañía pública que transforma el grueso del tabaco producido en Extremadura, focalizó la mayoría. Primero, pidió que sea controlada "directamente" por la Junta. "Que tenga voz y voto en la toma de decisiones. No hace falta que entre en su accionariado", matizó. Para ello, el Gobierno, propietario principal de la empresa --tiene el 79% de las acciones a través de SEPI; el resto son de la multinacional cigarrera Altadis--, debería dejar parte de su capacidad de mando en manos del Ejecutivo regional. De esta forma, las decisiones estratégicas sobre Cetarsa se podrían adoptar desde un prisma más próximo a las necesidades del sector, dado que el 92% de la producción nacional se concentra en Extremadura.

En esta línea, García reivindicó que se ponga al frente de la empresa pública a "profesionales del sector". "Ha de dejar de ser el auténtico cementerio de elefantes en el que alguno pretende convertirla", apuntó, en referencia a los perfiles que se comienzan a manejar en el sector como futuros presidente y secretario general de Cetarsa una vez que el PP asuma el Gobierno --sus actuales responsables, José Luis Viñuela y Antonio Carcaño, fueron nombrados por el primer Ejecutivo de socialista José Luis Rodríguez Zapatero--. Entre los nombres de futuribles que empiezan a barajarse en este entorno aparecen el del expresidente del Senado Juan Ignacio Barrero o el de la que ya fue directora general de Cetarsa Cristina Muniente. En el entorno agrario, por contra, se aboga por un perfil más próximo al agricultor, como por ejemplo el presidente de la agrupación de tabaqueros SAT-Tab, Tomás Sánchez Várez.

En todo caso, estas decisiones estarán en la mano de los nuevos ministros de Economía y Agricultura, cuyos nombres aún no ha revelado Mariano Rajoy.

El líder de Asaja también reclamó ayer a ambas administraciones un plan estratégico que garantice el futuro del sector, acordando con las multinacionales las condicones de compra para los próximos años. En esta línea pidió una relajación en la aplicación de la ley antitabaco, una reducción de la fiscalidad sobre este producto y un plan antifraude contra la introducción ilegal de cajetillas en España --"que supone el 7% del consumo". Todo ello, aseguró Angel García, crearía además el escenario propicio para dar solución a los 600 tabaqueros que se han quedado sin comprador esta campaña tras el incumplimiento de los contratos por la compañía italiana Mella.