Reservar el 40% del suelo urbano para la construcción de viviendas protegidas, tal y como recoge la futura Ley del Suelo de Extremadura --en trámite parlamentario-- no siempre puede traer los resultados esperados. Así lo estiman los aparejadores extremeños, que han propuesto que se apliquen excepciones a la norma.

El presidente del Consejo de Colegios Profesionales de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación en Extremadura, Rafael Palomar, afirmó en la comisión de Fomento y Vivienda celebrada esta semana en la Asamblea que con esta medida no pretenden poner dificultades a la nueva ley --que amplía la reserva para vivienda protegida del 30 al 40%--, sino mostrar que ese porcentaje no tiene por qué ser adecuado para todas las zonas.

Palomar explicó que por ejemplo, "en pueblos de pocos habitantes puede resultar insuficiente", y por ello planteó la posibilidad de incluir "excepciones o criterios distintos en función de la actuación" para que así, parte de la reserva no cubierta en unas zonas se pueda trasladar a otras en las que hagan falta más viviendas.

Según Palomar, la futura Ley de Suelo fija la reserva para vivienda protegida en un 40% para evitar la inflación, por lo que los profesionales aceptan la modificación que además, "clarifica la redacción de conceptos que daban lugar a confusión, casi al cien por cien".

Sobre la modificación de la norma también se ha pronunciado el decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura, Francisco Javier González, que ha asegurado que la nueva ley, "que ya era necesaria, clarificará el régimen de suelo urbano consolidado, regulará mejor los sistemas de ejecución de pequeñas actuaciones y aumentará la calidad".

Unos "aspectos positivos" que han hecho que la futura Ley de Suelo de la región sea bien acogida los profesionales del sector, que ahora están aportando ideas para mejorarla.