La Asamblea de Extremadura exigió ayer al Gobierno central, por unanimidad, la inclusión del proyecto de la autovía Cáceres-Portugal en el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes (PEIT). De esta forma el Parlamento regional asume como propia la alegación presentada por la Junta de Extremadura al PEIT en este mismo sentido, al tiempo que reclama al Ejecutivo de Rodríguez Zapatero que agilice los estudios y se coordine con el país luso para garantizar la continuidad de la vía.

La socialista Blanca Martín justificó esta proposición no de ley porque pretenden que "el poder legislativo apoye al Ejecutivo" y pidió a PP e IU-Siex ir "de la mano" en este asunto. Martín no aceptó la enmienda de modificación del PP, que abogaba por el trazado completo de la N-521 (A-58) como "actuación interurbana de altas prestaciones" dentro de la Red Básica y que fuera incluida en el Plan Sectorial de Carreteras del PEIT como actuación prioritaria, informa Efe.

La enmienda, que pedía que se tratara el asunto en la próxima Cumbre Ibérica, fijaba el plazo de finalización del tramo Trujillo-Cáceres para el 2008, la inclusión expresa de la Ronda Este de Cáceres y no más allá del 2012 el tramo Cáceres-Portugal.

La popular Teresa Bravo criticó, pese a su apoyo a la iniciativa, que se plantease un acuerdo de mínimos en lugar de uno de máximos con plazos y financiación fijados. Asimismo, recordó que el PP fue el primero que planteó la citada alegación, que ya estaba incluida en su programa electoral.

Martín no aceptó la enmienda porque los "máximos son imposibles", acusó al PP de traer iniciativas "por traerlas" y preguntó cuántas veces instaron al anterior Gobierno de la nación para que se hiciera esta autovía.

José Antonio Jiménez, de IU-Siex, lamentó los "latigazos" que se habían lanzado PP y PSOE y lo achacó al deseo de colgarse medallas. Vaticinó que la autovía no será una realidad en los próximos diez años y planteó las incertidumbres financieras que rodean a la Unión Europea para los próximas años.