Un final de curso excepcional que intenta favorecer al alumnado en general y que busca, en cierto modo, rescatar a los ‘descolgados’ del sistema. Ese es el objetivo que persiguen las instrucciones que la Secretaría General de Educación ha remitido a todos los centros educativos extremeños para organizar el fin del curso y determinar la promoción de curso y la titulación en estas circunstancias tan excepcionales. «Parecen razonables dentro del momento que estamos viviendo. Dejan cierta autonomía a los centros para decidir los cambios en sus programaciones y sus criterios de calificación y evaluación y pueden generar más o menos reticencias, pero el sentir generalizado es que estamos en una situación en la que es de sentido común que se intente favorecer al alumnado», valora Miguel Luis Pérez, director de un instituto extremeño y presidente de la Asociación de directivos de centros públicos de Secundaria en Extremadura (Adicex).

A su juicio, la nueva instrucción añade más burocracia, pero no es difícil de aplicar porque «los centros ya venimos desde hace más de un mes trabajando en muchas de las cosas que recoge». Sobre la promoción señala que la repetición ya se contempla como algo excepcional en las leyes educativas, «con lo cual no es muy diferente, y en todo caso decidirá como siempre el equipo docente». La titulación es lo que más les preocupa, junto a frenar el absentismo de aquellos que se han desconectado del curso «Se están dando caso,s pero venimos trabajando desde hace un mes por recuperarlos». Y esa es una de las prioridades que fija la instrucción de Educación, que pide preparar para estos planes específicos que le ayuden a reincorporarse. A continuación, las normas básicas que regirán en Extremadura el final de este curso:

¿Cómo serán las clases?

El periodo lectivo concluirá en la fecha prevista sin cambios, excepto en 2º de Bachillerato que se largará hasta el 12 de junio. La instrucción deja en manos de cada centro poner en marcha las medidas que considere precisas para continuar con el proceso de aprendizaje, como condensar en lo posible el currículo, y con la prioridad establecida de que todo el alumnado pueda superar con éxito los objetivos educativos. Para ello se plantea un trimestre de repaso y refuerzo en el que se podrán incluir nuevos contenidos que solo se tendrán en cuenta para mejorar la calificación del alumno.

Las clases seguirán siendo telemáticas y se pide a todos los docentes de un mismo grupo de alumnos que usen las mismas herramientas para «no desorientar» al alumno y mantener el horario escolar matutino para contactar con los estudiantes y sus padres, salvo casos excepcionales.

También se pide «mesura» en las actividades que se mandan y se insiste en que las tareas tienen que fomentar el «autoaprendizaje» y no requerir la ayuda de los padres ni la impresión de documentos. Los departamentos y equipos de nivel a reunirse una vez cada 15 días.

¿Cómo se va a evaluar?

Cada centro decidirá sobre los instrumentos de evaluación que considere más idóneos. Permite que se realicen pruebas en línea en los últimos cursos de las enseñanzas que conducen a titular si se garantiza el acceso de todos los alumnos y otras medidas para evitar fraudes. «Hacer exámenes de forma telemática es muy complejo y optaremos por tareas, trabajos, materiales que nos manden cumplimentados… Son cosas que ya veníamos haciendo, pero que ahora tendrán más relevancia», apunta Pérez. La instrucción deja autonomía a los centros, les avisa de que deben priorizar el valor diagnóstico sobre el meramente sumativo y se añade un informe individualizado que el tutor debe remitir por escrito a cada alumno y a sus padres.

¿Pasarán de curso todos?

Esa es la idea general y lo que se debe primar en todas las etapas, aunque no se aplicará de forma automática (tiene que haber una evaluación de forma inexorable) ni se descarta que un alumno pueda repetir. La instrucción deja claro que la decisión final será de los equipos docentes, pero les pide que sean flexibles. Una novedad importante solo para este curso es que la evaluación será continua y la calificación del tercer trimestre tendrá carácter final y recuperador. ¿Qué quiere decir esto? Que si un alumno tiene materias suspensas del curso anterior y ahora en el curso actual la evaluación final es positiva esa asignatura automáticamente también aprobará la que trae de cursos anteriores.

Y también será una excepción este año que no haya un número mínimo de materias suspensas (normalmente dos siempre que no sean Lengua y Matemáticas a la vez) que determinen si se puede o no pasar de curso. Se podrán promocionar con los suspensos que considere el equipo docente «siempre que no haya habido un abandono ostensible, fehaciente y deliberado el estudio por parte del alumno, se considere que puede seguir con éxito el curso siguiente tras la aplicación de medidas de refuerzo y recuperación y que la promoción sea lo más beneficioso para su evolución académica y personal». En el caso de la ESO, quienes pasen de curso sin aprobar todas las materias tendrán que seguir programas de refuerzo, individuales o grupales, que establezca cada equipo docente. En Bachillerato sí tendrán que matricularse de las materias suspensas este curso, pero podrá continuar en segundo curso sin tener aprobada la materia correspondiente de primero.

La repetición, de tener que producirse, debe estar «sólidamente motivada» y tendrá que ir acompañada de un plan «preciso y personalizado» de recuperación que incluya tanto los contenidos imprescindibles no alcanzados como las orientaciones dirigidas a mejorar la adquisición de hábitos de organización y constancias en el trabajo y el desarrollo de técnicas de estudio.

¿Puedo titular con suspensos?

Sí. Del mismo modo que se facilita la promoción del alumno, también se hará la titulación. «La titulación debe ser también la práctica habitual. Los equipos docentes aplicarán con la misma flexibilidad los criterios para la obtención de un título en las enseñanzas que conducen a él», pudiendo incluso hacer excepciones en las limitaciones impuestas de materias pendientes.

Los centros que lo soliciten podrán organizar pruebas extraordinarias de recuperación y titulación en 4º de ESO, 2º de Bachillerato y 2º de FP que se celebrarían antes de la evaluación final. Se amplía un año el límite de permanencia en Bachillerato y FP para quienes hayan agotado ya todas las convocatorias.