Los neandertales extremeños , localizados en el entorno de Cáceres hace unos 100.000 años, al igual que sus hermanos europeos, no eran tan bárbaros ni tan ignorantes como los dibujaron los primeros arqueólogos. Las últimas investigaciones avalan que nuestros primos hermanos en la evolución no fueron bestias sino seres sensibles, sabios y organizados. Prosperaron en una época muy fría y desarrollaron una tecnología y una cultura avanzadas para su época, el Pleistoceno Superior, según avala en recientes publicaciones el codirector de los trabajos en Atapuerca y Cáceres, Eudald Carbonell. La extinción de los neandertales para dar paso a los cro-magnones del Paleolítico Superior aún da lugar a uno de los más tensos debates de la prehistoria.

¿Pero dónde y cómo vivieron los primeros habitantes de nuestra tierra? Tres años después de iniciarse en Cáceres y Malpartida el trabajo de campo del proyecto antropológico Los primeros pobladores de Extremadura , el más ambicioso de la historia en la comunidad autónoma, el equipo que codirigen los arqueólogos Eudald Carbonell, Antoni Canals e Isabel Sauceda ha podido ratificar en yacimientos como El Regato del Lugar o Vendimia la existencia de asentamientos humanos de hace aproximadamente 250.000 años, aunque se estima que hay probabilidades, si se invierte más tiempo y dinero, de constatar restos de la presencia de pobladores en la región hace 500.000 años --llegar al millón de años, como en Atapuerca, se estima complicadísimo--.

Sin embargo, los vestigios de presencia humana más relevantes hallados en las cercanías de la capital cacereña corresponden a los primeros neandertales --con una antigüedad de unos 100.000 años-- y a sus herederos en la escala evolutiva.

DE CAZADORES A AGRICULTORES

Las investigaciones que se han centrado en la cueva del Conejar, situada entre la ribera del Marco y la falda de la Montaña, en Cáceres, han sacado a la luz restos arqueológicos desde la Edad del Bronce hasta el periodo final del Paleolítico, con un importante nivel intermedio que abarca el Neolítico y el Calcolítico.

Del Conejar se han extraído datos importantes sobre el paso de la época paleolítica --sociedad de cazadores y recolectores-- a la neolítica --sociedad de agricultores y ganaderos--.

Según los trabajos publicados por la arqueóloga del Ayuntamiento de Malpartida Isabel Sauceda, en los llanos comprendidos entre las sierras de Cáceres, Aliseda y el río Salor, en los yacimientos al aire libre Vendimia , en el término malpartideño, y El Millar , en Cáceres, se han recuperado cientos de piezas talladas sobre cuarzo y cuarcita, cuyas formas representadas son las lascas con filo agudo preparadas por el hombre para cortar y desgarrar.

La técnica de fabricación de estas herramientas es el golpeo preciso en distintas zonas para realizar el útil que mejor convenía a la necesidad de un determinado momento, es decir la de los neandertales, que son los tipos humanos que realizaron estos instrumentos.

Según Sauceda, los elaboraban en el momento de cazar o descuartizar el animal. Una vez usados, eran depositados y abandonados en el mismo lugar, y allí permanecían a juzgar por las pátinas de eolización, que se producen como consecuencia del golpeo de arenas que proceden de la erosión del viento en la superficie, indicativo también, según la arqueóloga, de la existencia de un clima árido en esos momentos en la zona.

Los estudios en el entorno de Cáceres han descubierto también instrumentos con pátinas de erosión del agua, dado que muchas piezas han permanecido durante mucho tiempo en un cauce fluvial y en charcas. La mayoría de ellas no presenta alteración. Eran, por tanto, talladas y utilizadas en el lugar donde hoy han sido encontradas.