Más vale hacerlo bien que con prisas. Esta es la tesis que comparten la gran mayoría de gobiernos autonómicos socialistas consultados respecto al pacto de financiación, a la vista de que el acuerdo está todavía lejos de vislumbrarse. Portavoces de las distintas autonomías constatan que es prácticamente imposible completar el sudoku de las cuentas autonómicas antes de fin de año, a diferencia de lo que reclama Cataluña, comparte Extremadura y se ha comprometido a conseguir Rodríguez Zapatero, tras su última entrevista con Montilla.

La Junta de Andalucía cree que no hay ningún problema porque se mantenga, de momento, el actual sistema de financiación. Además recuerda que su posición va a depender de que en el acuerdo se incluya la deuda histórica andaluza.

La vicepresidenta y consejera de Economía del Gobierno de Castilla La Mancha, María Luisa Araujo, también es de la opinión de que "es preferible que se retrase algo el acuerdo siempre que haya consenso" sin por ello mantener abierta de forma indefinida la negociación. Araujo insiste, además, en su oposición frontal a que los criterios de solidaridad se limiten a los servicios esenciales, como propone Catalunya.

En Aragón, el consejero de Economía, Alberto Larraz, constata también que van "un poco apretados en cuanto a fechas y el marco económico no es el más adecuado", al seguir la tramitación de los presupuestos del Estado y la situación financiera y laboral se complica cada semana.

El equipo del vicepresidente Económico, Pedro Solbes, sin embargo, también es de la opinión que es improbable consensuar con quince comunidades las nuevas cifras de la financiación antes del 2009 y ve viable hacerlo durante el año próximo.