Decenas de vehículos, entre coches particulares, furgonetas de reparto, camiones y autobuses han participado en una caravana por las calles de Mérida convocados por diversos sectores económicos que reclaman ayudas a las administraciones ante la falta de ingresos provocadas por las restricciones de la pandemia, y una flexibilización de las mismas para incrementar su actividad y, por tanto, sus ingresos.

Representantes de colectivos de autónomos, de la hostelería, del campo y de los transportes han unido este miércoles sus fuerzas en Extremadura dentro de las protestas convocadas a nivel nacional.

La caravana ha partido desde el recinto ferial de la capital autonómica, donde representantes de cada uno de los sectores afectados han leído un manifiesto conjunto, en el que ponen de relieve la "incapacidad del Estado para afrontar los numerosos problemas" que les afectan.

Desde una reforma del sistema de cotizaciones que equipare a los autónomos a los asalariados, hasta la deslocalización de las empresas de transporte, pasando por el cumplimiento de los acuerdos de libre comercio, son algunas de las reivindicaciones puestas sobre la mesa.

Coinciden además en el sentimiento de "abandono" por parte de los gobiernos de las diferentes administraciones, que ha derivado en la unión de asociaciones, federaciones y colectivos de diversos sectores para decir "basta" al "maltrato sistemático" que vienen sufriendo desde hace "años".

"Somos una marea de autónomos con ganas de seguir trabajando que grita con una sola voz desde todos los sectores económicos para decir bien alto que queremos reformas integrales y las queremos ¡YA!", concluye el manifiesto.

Ángel Campos, empresario del ocio nocturno, ha subrayado que son un sector "completamente abandonado" por las administraciones, a las que reclaman medidas para poder subsistir después de meses cerrados por el toque de queda. En este sentido, reclama que puedan abrir sus locales como cafeterías, y que se flexibilice la normativa de las terrazas, a fin de promover el uso de espacios abiertos.

En esta misma línea, otro hostelero, Joaquín Lunar, reconoce que se han flexibilizado las medidas pero aún son "insuficientes", por lo que insiste en la propuesta de ampliar las terrazas "para poder trabajar con más normalidad". También reclama que se permita abrir hasta más tarde, especialmente a partir de ahora que la meteorología irá "acompañando".

Así, plantea que se pueda abrir al menos hasta medianoche, porque actualmente, con el toque de queda hasta las 22,00 horas, tiene la sensación de volver a casa "corriendo como si fuéramos delincuentes" para no sobrepasar el límite horario.

En representación de los transportistas, Lorenzo Sánchez ha criticado que sufren la competencia desleal de empresas extranjeras que "pagan muchos menos impuestos" que en España. Asimismo, ha subrayado que las restricciones impuestas a la hostelería les está afectando debido a que no se les reparte mercancía. "Es una cadena en la que estamos todos metidos", ha lamentado.

EL "ORGULLO DEL CAMPO"

En representación de la Asociación de sector Primario de Extremadura (Aseprex), Juan Francisco Rodríguez Chamorro, ha señalado que su sector viene reivindicando las mismas medidas "de toda la vida" pero desde hace un año con "mucha más fuerza", entre ellas unos "precios justos" para los productos agrícolas y ganaderos.

Con respecto a las medidas impulsadas por las administraciones para compensar las limitaciones de la pandemia, subraya que son "insuficientes", y ha instado a que la nueva ley de la cadena alimentaria se apruebe "ya", sin más demoras, para fortalecer a un sector que durante la crisis sanitaria ha demostrado los beneficios de contar con una producción de alimentos dentro de las fronteras sin depender de terceros países.

FONDO DE 11.000 MILLONES

Con respecto al nuevo fondo de 11.000 millones para el turismo, la hostelería y el pequeño comercio anunciado por Pedro Sánchez, otro de los hosteleros, Miguel Valdés, ha señalado que los reciben "muy bien si de verdad llegan", porque el "problema" de las ayudas es que hay muchas empresas que no pueden acceder a ellas debido a los requisitos que contemplan, como estar al corriente de la seguridad social, hacienda o las propias administraciones, después de meses sin actividad o con limitaciones.

"Llega un momento en el que los empresarios tienen que elegir entre dar de comer a sus hijos o pagar estos impuestos, porque estando cerrados, se siguen pagando y se siguen pasando recibos".

Y es que, ha recordado que los hosteleros son "personas", con sus "familias, hipotecas y gastos", a quienes el Gobierno "ha secuestrado nuestro trabajo", motivo por el cual piden unas compensaciones.

En esta línea, Joaquín Lunar afirma que ha recibido "algunas" de las ayudas solicitadas hasta la fecha pero otras llegan "muy tarde", tanto que ha tenido que cerrar uno de sus negocios porque ya era "insoportable" la situación.

Además de los plazos, "los requisitos son enormes y hay mucha letra pequeña", motivo por el cual es más partidario de que se contemplen exenciones fiscales en lugar de unas ayudas que al final se destinan a pagar impuestos, que siguen pagando a pesar de estar con su actividad cerrada o con restricciones.

"Es muy fácil anunciar unas ayudas y después poner unos requisitos para algunos impensables", en referencia a cuestiones como estar al corriente con Hacienda y la Seguridad Social para unas empresas que debido a la situación provocada por la pandemia no pueden estarlo.

"Las ayudas siempre son bienvenidas, pero habrá que ver primero la letra pequeña", ha reiterado.