Los propios sistemas de protección de las carreteras pueden convertirse, en algunas ocasiones, en un riesgo para los conductores. Así lo recoge el último trabajo realizado por el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) sobre el estado de las vías rápidas españolas. Este organismo ha realizado un estudio sobre la seguridad pasiva en las principales vías del país y el resultado es que uno de los ejes de comunicación de la región, la autovía A-5, no sale demasiado bien parada.

En el informe se evalúa la calidad de los elementos instalados con el fin de minimizar las consecuencias y la gravedad de un accidente de tráfico, como pueden ser las barreras de protección o las medianas.

En este capítulo, la autovía a Extremadura aparece entre las peores. En este sentido, según el RACC, una décima parte de los kilómetros de esta vía (11,5%) presentan pocas o escasas garantías en sus elementos de seguridad. Unicamente la AP-68, que enlaza Bilbao y Zaragoza, presenta mayor porcentaje de tramos peligrosos.

Itinerarios seguros

Pero lo cierto es que en líneas generales, se puede decir que las vías rápidas extremeñas gozan de buena salud. De hecho, de acuerdo con el estudio, el 95% de los recorridos que fueron analizados ofrecen suficiente o mucha seguridad y fuera de ese aprobado queda un porcentaje residual del 4,3%. Además, ninguno de los tramos analizados ha sido calificado con el calificativo de "muy escasa protección", algo que solo ocurre en otras tres comunidades autónomas españolas.

En este sentido, las carreteras rápidas con mayores garantías de protección son las gallegas y las valencianas, a pesar de que se trata de dos comunidades autónomas con un elevado índice de mortalidad en accidentes de tráfico. Por contra, los niveles de calidad más deficientes se han localizado en La Rioja, donde uno de cada cinco tramos "se encuentra por debajo de los niveles óptimos".

En total se han analizado más de 14.000 kilómetros de carretera en todo el país, de ellos, casi 500 correspondientes a las vías rápidas de la comunidad autónoma.

De la misma manera, el RACC explica que el 11,5% de la red estudiada presenta "importantes deficiencias" en las medianas, un elemento que destacan como uno de las principales características de seguridad de las vías de doble calzada, "ya que evita accidentes frontales". Pero además, aseguran que la protección lateral es uno de los factores de seguridad pasiva "más descuidados" en España, ya que presentan obstáculos rígidos a escasa distancia de la carretera, faltan sistemas de contención y suele presentar terraplenes con mucha pendiente. Un tercio de las vías de gran capacidad suspenden en este apartado. Por contra, las mejores notas corresponden a las intersecciones: "El 93% de las estudiadas están diseñadas correctamente".