Para llegar a Madrid en alta velocidad no solo es necesario que la línea Plasencia-Badajoz entre en funcionamiento y se electrifique (ambas acciones serán una realidad el año que viene) sino que además el resto del trayecto hasta Atocha esté adaptado a la nueva circulación. Significa que las otras dos fases del AVE Madrid-Extremadura también han de avanzar, pero de momento solo una de ellas lo hace.

La línea se divide en tres partes: Madrid-Oropesa, Oropesa (Talayuela)-Plasencia y la citada Plasencia-Badajoz. La primera de ellas continua en el aire, pero en la segunda sí hay avances importantes. Esta se compone de siete tramos, de los que cinco quedaron paralizados porque caducaron las actuaciones, pero el año pasado se reactivaron y ahora ya solo uno está pendiente de salir a licitación, el que discurre entre Arroyo de Santa María y Navalmoral de la Mata, tal y como explican desde Adif. Del resto, dos están terminados, otro en obras y los restantes en fase de adjudicación.

Ayer mismo, el BOE publicaba la licitación por 90,8 millones del trayecto Malpartida de Plasencia-Estación de Plasencia.

La línea de Oropesa (Talayela) a Plasencia consta de 68,6 kilómetros y dispone de una inversión estimada de 820 millones de euros, pero en ese presupuesto no se incluye la electrificación (de momento no está proyectada). No obstante, una vez que terminen todas las obras, significará llevar la plataforma del tren rápido hasta la frontera con Toledo (no hay fecha concreta, Fomento hizo alguna previsión y dijo que en 2023 estaría operativo el tramo, pero ese cálculo fue cuando aún Mariano Rajoy habitaba la Moncloa).

CARA Y CRUZ DEL PROYECTO / El retraso estaría ahora en la fase Madrid-Oropesa, en territorio de Castilla-La Mancha. Desde febrero de 2018 está adjudicada la redacción del estudio informativo pero aún no ha habido ninguna novedad.

En el lado contrario, el mayor progreso (después, eso sí, de años de demora) se focaliza en el tramo Plasencia-Badajoz, del que solo quedan por terminar las obras de los ramales de conexión con la capital placentina (6,5 kilómetros). También está en marcha ya el montaje de la vía, que será doble entre Plasencia y Cáceres y entre Cáceres y Mérida (se colocará traviesa polivalente, lo que significa que sirve tanto para el ancho ibérico como para el internacional, más estrecho, si en un futuro llegara el AVE.

En este trayecto -de 164,6 kilómetros- ya se han invertido alrededor de 1.000 millones de euros y hay otros 400 millones más presupuestados (en los que se incluye también la electrificación). De momento, quedará conectado a la actual línea convencional Madrid-Extremadura a la altura de Plasencia.

El siguiente paso en el proyecto es que entre en funcionamiento esa segunda fase Oropesa (Talayuela)-Plasencia.

Aunque tarde y cuentagotas, las mejoras en la red ferroviaria extremeña van llegando.