Un total de 28 carrozas, dos más que el año pasado, y 16 pasacalles desfilaron ayer por las calles de Mérida llevando la ilusión y la alegría a los cientos de niños que con sus padres presenciaron la Cabalgata de Reyes, que inundaron de luz y colorido la capital extremeña.

Participaron con sus carrozas la mayoría de las asociaciones de vecinos, además de otros colectivos, como varias hermandades de Semana Santa, la OJE o asociaciones de mujeres.

Los motivos ornamentales eran muy variados, desde un acuario hasta un castillo medieval, Los Simpson, Los Pitufos, un gran caracol, dulces, un gran circo, los camellos de los Reyes Magos e incluso un gran roscón de reyes, y casi todos estuvieron a una gran altura en cuanto a calidad y buen gusto.

La concentración se inició a las cinco de la tarde en la avenida Lusitania, una amplia calle que acogió sin dificultad los numerosos camiones de gran tonelaje que con sus bocinas anunciaban la inminente salida de la cabalgata y animaban a los vecinos a asomarse a ventanas y balcones. Tras dar la salida, la comitiva recorrió la avenida Reina Sofía, Salesianos, la rotonda de las Tres Fuentes, avenida Juan Carlos I, avenida de Extremadura, calle Marquesa de Pinares, avenida del Ferrocarril, avenida Fernández López, paseo de Roma, calle Cava y plaza de España, a donde los reyes llegaron sobre las 22.00 horas. El trayecto ha sido uno de los más amplios de las últimas ediciones.

Este año Melchor iba en la carroza de la Hermandad de la Sagrada Cena; Gaspar, en la de la Hermandad de Nuestra Señora de las Lágrimas; y Baltasar, en la carroza de Radio Club Amistad. Fueron, junto con la de Los Simpson, los que más admiración despertaron entre los niños.

ACERAS Durante el trayecto, que se desarrolló sin incidencias, se repartieron 9.000 kilos de caramelos. Las aceras estaban abarrotadas y la policía local se tuvo que emplear a fondo para despejar las zonas por donde pasó la cabalgata, que hizo el recorrido sin apenas dificultades y llevando a cabo las paradas técnicas programadas, tanto para el reagrupamiento como para dar algo de descanso a los camiones.

PAPA NOEL Entre los pasacalles que amenizaron el recorrido, había grupos disfrazados de papá noel y otro de Robin Hood, con banda de música incluida.

Una vez que los Reyes Magos llegaron a la plaza del Rastro, se bajaron de sus respectivas carrozas y continuaron a pie hasta la cercana plaza de España, abarrotada de gente. Subieron al balcón del ayuntamiento y dirigieron unas palabras a los niños. Una vez finalizado el acto repartieron pequeños juguetes entre los asistentes.

Pero antes, por la mañana, los Reyes Magos visitaron algunos puntos de la ciudad, como el hogar de ancianos, la residencia geriátrica Rosalba y la residencia de mayores El Prado.