Extremadura es una de las comunidades autónomas con saldo positivo en las balanzas fiscales difundidas ayer por el Ministerio de Hacienda, ya que en 2011 la comunidad recibió 2.991 millones más de los que aportó al Estado.

Esta cifra procede de la suma de 1.756 millones de ingresos fiscales y 1.234 de gasto público, y el total representa el 17,64% del PIB. El saldo per cápita es de 2.697 euros: 1.584 en ingresos fiscales y 1.113 euros en gasto público. El informe desvela que Madrid aporta 16.723 millones de euros más de los que recibe, un saldo fiscal negativo que duplica al de Cataluña, 8.455 millones de euros, con datos de 2011.

Según explicó el director de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), uno de los académicos que ha diseñado la metodología de las cuentas públicas, Angel de la Fuente, además de Madrid y Cataluña, la Comunidad Valenciana es una de las autonomías con un mayor saldo fiscal negativo, 2.018 millones de euros.

Frente a las comunidades con mayores saldos fiscales negativos, Andalucía es la comunidad que más dinero recibe en relación a lo que aporta, sin embargo, tiene un nivel de financiación inferior al promedio nacional.

En respuesta a ello, De la Fuente dijo que la financiación autonómica ese solo uno de los componentes del saldo fiscal y hay otras cosas que compensan la mala financiación de Andalucía, por lo que insistió en "no mezclar los saldos fiscales con la financiación".

SUBJETIVIDAD La Junta de Extremadura reiteró ayer que las balanzas fiscales publicadas ayer son el resultado de "un proceso de cálculo subjetivo", por lo que, subrayó, no pueden ser consideradas como el reflejo real y absoluto de la situación de las comunidades autónomas.

El Ejecutivo regional recordó además que baja impuestos porque lleva dos años consecutivos teniendo el déficit más bajo de España, partiendo en julio de 2011 del 6,8%.

También insistió en que el resultado de las denominadas balanzas fiscales depende de la metodología que se emplee, ya que cree que no existe un criterio único ni parámetros fijos para la elaboración de dichos estudios teóricos.

Por este motivo, considera las balanzas fiscales como "un indicador más de situación, sin otra transcendencia", y subrayó, una vez más, que son las personas las que pagan impuestos y no los territorios.

Asimismo, defiende que estas balanzas no pueden ser tenidas en cuenta como base para calcular el nuevo modelo de financiación y aboga por que se ponderen más criterios como la dispersión, el envejecimiento y el desempleo, claves a la hora de garantizar la prestación de servicios.

Según la "balanza real" hecha pública en marzo por la Junta de Extremadura, la región recibe 2.876 millones, frente a los 32.789 que percibe Cataluña.