Juan sabe de fontanería y ha ofrecido una hora de su tiempo para arreglarle un grifo a María. Esta a cambio no le pagará con dinero sino que le dará clases de fotografía también durante una hora. Es un ejemplo de cómo funciona el denominado banco de tiempo . Se trata de una iniciativa que ha puesto en marcha en Plasencia la asociación deportiva El Bordón, capitaneada por Jesús Muñoz y que persigue "intentar aportar un granito de arena en estos tiempos en que las medidas para la crisis parecen insuficientes".

Lo dice porque en este simbólico banco la moneda de cambio no es el dinero, sino el tiempo, solo hay que tenerlo y querer compartirlo. En concreto, la hora es la unidad de intercambio y lo que se intercambian son tareas. La lista es tan larga como la imaginación y va desde el cuidado de niños, al acompañamiento a mayores al médico; realizar gestiones en la calle; dar masajes; automaquillaje; hacer la compra; cocinar; bricolaje; cuidar animales; pasar trabajos a ordenador; dar clases de idiomas; apoyo para realizar deberes o compartir tiempo de ocio.

Nada cuesta dinero, todo se paga con tiempo. Si alguien ofrece una hora de su tiempo, automáticamente se le suma a su cuenta una hora que otra persona deberá dedicarle.

El objetivo, como explica Jesús, es "crear redes de ayuda y apoyo mutuo entre ciudadanos, un voluntariado recíproco y que la gente se convierta en ciudadanos activos" y durante el primer año y hasta ver qué aceptación tiene, solo los socios del Bordón podrán participar --hacerse socio es gratis--.

El intercambio de tareas se gestiona a través de internet (la página web es pruebanostop.com/elbordon y el correo bdtelbordonnostop.com) y es Jesús junto a su mujer quien pone en contacto a los clientes de este banco que, avisa, no es una iniciativa nueva porque "existen más de sesenta en toda España que llevan funcionando unos cinco años".

En el futuro y si tiene aceptación, proyecta ampliarlo a intercambios entre colectivos y con la administración.