Las unidades móviles del Banco de Sangre y Tejidos de Extremadura (BSE) esperan recoger en marzo unas 3.900 donaciones, que equivalen a más de 1.900 litros de sangre, en las 67 colectas que realizarán por la región con un recorrido de unos 12.000 kilómetros.

La Junta de Extremadura ha señalado que los equipos del Servicio Extremeño de Salud (SES), que iniciarán sus recorridos mañana en Montijo y Mérida, harán desplazamientos a 48 poblaciones que visitarán, algunas de ellas en varias ocasiones, como Badajoz (6), Don Benito y Villafranca de los Barros (4), Montijo, Mérida y Miajadas (3), y Azuaga y Ribera del Fresno (2).

Las colectas se realizarán en centros de salud, consultorios y otros locales públicos dependiendo de la población, la mayoría de ellas en horario de tarde.

Puede donar sangre cualquier persona sana, de entre 18 y 65 años de edad, que se encuentre bien de salud y pese un mínimo de 50 kilogramos, si bien hay situaciones que contraindican la donación.

Esto ya sea porque podrían causar un perjuicio a donantes como personas con anemia, embarazadas y mujeres que estén en período de lactancia, o bien porque podría suponer un riesgo para los receptores por tener antecedentes de hepatitis o sida, su pertenencia a grupos de riesgo para este tipo de enfermedades y la toma de determinados fármacos.

Con 43'19 donaciones por cada 1.000 habitantes, Extremadura volvió a ser en 2016, como ocurre desde 2014, la región que más donaciones aporta en relación con su población, seguida por Castilla y León (42'9) y Asturias (41,7), situándose casi siete puntos por encima de la media nacional (36'6).

Extremadura mantuvo esa posición a pesar de que en ese año disminuyó un 5'2 por ciento el número de donaciones, que pasaron de 49.581 en 2015 a 46.983 en 2016.

Con las donaciones de los extremeños se obtuvieron en 2016 unos 20.000 litros de sangre, que después de ser procesados en el Banco de Sangre del SES se han convertido en aproximadamente 10.000 litros de hematíes, 7.000 litros de plasma y 2.400 litros de plaquetas, los tres productos sanguíneos más demandados en los centros hospitalarios.

Los hematíes son imprescindibles en los hospitales para utilizarlos durante las intervenciones quirúrgicas y en los procesos de reanimación, y también para atender a los heridos en accidentes de tráfico, a los pacientes que sufren hemorragias de cualquier origen o anemias crónicas.

Las plaquetas se utilizan en su mayor parte para suministrárselas a los pacientes que están recibiendo tratamiento por algún tipo de cáncer, ya que la quimioterapia y la radioterapia destruyen las plaquetas de nuestro organismo y es necesario reponerlas.

Y en cuanto al plasma, una parte del que produce el Banco de Sangre se utiliza para transfusiones, sobre todo a pacientes con insuficiencia hepática. Hay que tener en cuenta que un paciente trasplantado de hígado puede necesitar unas 20 unidades de plasma antes del trasplante, y otras tantas unidades después de la intervención.

El resto de este producto sanguíneo se entrega a la denominada industria fraccionadora, que a cambio de ese suministro entrega al SES productos farmacéuticos como albúmina o factores de coagulación obtenidos con ese plasma.