La incertidumbre crece entre los afectados por la estafa cometida por el exdirector de la oficina de BanCorreos en Madrigalejo, Abel Ferreras. Los abogados citaron ayer a los estafados a una reunión para transmitirles que tendrán que seguir esperando para recuperar sus ahorros, en total 1.228.000 euros, que el inculpado confesó haberse apropiado y gastado en juegos de azar.

Los abogados de los 21 damnificados presentaron un escrito ante el titular del Juzgado número 1 de Logrosán, que instruye el caso, en el que reclaman esta cantidad a la citada entidad financiera y a Deutsche Bank, con la que mantiene un acuerdo para el ofrecimiento de productos bancarios, al considerar que son responsables civiles subsidiarios de lo ocurrido. La intención de los abogados es que los afectados recuperen cuanto antes los ahorros perdidos.

El plazo para que las entidades financieras respondieran a este escrito acabó el pasado viernes 23 de julio, de lo que se deduce que no asumen el pago de esta cantidad. Según indica José Luis Pérez Mena, uno de los letrados, Deutsche Bank argumenta que no es responsable de lo ocurrido en una oficina de BanCorreos, mientras que de esta entidad afirman que debe ser el inculpado, el exdirector de su oficina, quien asuma la deuda con su propio patrimonio.

Para los abogados se trata de una "estrategia para ganar tiempo", aunque entienden que estas "excusas peregrinas" no llegarán a ningún fin, y anuncian que seguirán reclamando la responsabilidad de las entidades. Juan Ignacio Pérez Mena, hermano del anterior, subraya que el proceso no debería alargarse mucho más en el tiempo, y espera que la semana próxima la Fiscalía dicte un auto en este sentido. De no ser así, y declararse inhábil el mes de agosto, habría que esperar hasta el mes de septiembre para que el titular del juzgado de Logrosán tome una decisión al respecto y ordene a las entidades financieras --así lo esperan los abogados-- que consignen la cantidad reclamada.

EL TIEMPO PASA Sea como fuere, con el paso de los días crece la incertidumbre y el "nerviosismo" entre quienes han perdido parte o todos sus ahorros, ante el temor de la causa se alargue en el tiempo. Así lo indica una de estas personas, María Pérez, quien ha perdido unos fondos que tenía a su nombre y el dinero que le había entregado a Abel Ferreras para una beca de estudios para su hija, que ve cómo los plazos "se van alargando" pero ella no recupera su dinero.

El caso es que mientras no se produzca la resolución del juez con respecto a la responsabilidad de los bancos, a los afectados no les queda otra opción que seguir esperando el transcurso de los acontecimientos.

La estafa la destaparon unos afectados que acudieron a otra sucursal de la entidad en Navalvillar de Pela. El exdirector de la sucursal se entregó y confesó lo que había estado haciendo durante años sin levantar sospechas. Sus abogados justificaron su actuación argumentando que Ferreras padece una ludopatía de la que nunca había sido tratado. El juez lo envió a prisión sin fianza por un presunto delito de estafa y falsedad documental.