Banesto reconoció ayer que se han detectado "anomalías" en la documentación de un número "muy limitado" de los clientes de su oficina en Puebla de Obando. "Es algo que se está viendo y analizando", indicaron fuentes de esta entidad financiera, que añadieron que será posiblemente a mediados de la semana que viene cuando ya se cuente con datos suficientes para poder hacer una valoración más detallada de lo que ha ocurrido en esta sucursal bancaria.

El pasado martes, un grupo de vecinos de esta localidad pacense aseguraron a EL PERIODICO haber sido víctimas de una serie de engaños y estafas por parte del director de esta oficina, Emilio D. Estas habrían ido desde la concesión masiva de préstamos sin previa solicitud hasta la apropiación indebida de fondos. "Hay que trasmitir un mensaje de tranquilidad. Si se demuestra que estas irregularidades son ciertas, Banesto responderá ante sus clientes", se incidió.

El presunto autor de este fraude no acudió ayer a la sucursal de Puebla de Obando --algo que sí hizo hasta el mismo martes--. "Está enfermo", dijeron en Banesto, una versión que corroboraron varios de sus familiares, que dijeron que ayer por la mañana tuvo que acudir a urgencias a causa de un ataque de ansiedad, por lo que tuvo que ser sedado. Según estos familiares, Emilio D. asegura que estas acusaciones son "totalmente falsas". Uno de ellos, incluso, dijo que se emprenderán acciones legales "contra todos los que han montado este bulo". "Hay mucho sinvergüenza moroso", concluyó.

Por otro lado, esta sucursal de Banesto continuó ayer con bastante más movimiento del habitual. En su interior trabajan desde hace ya días otros dos empleados de la entidad. "Mucha gente se ha acercado a comprobar su saldo", confirmaban en Banesto en Madrid, al tiempo que se insistía en que con ninguno de estos clientes se habían apreciado irregularidades. Una de las afectadas señaló que desde esta sucursal se les había dicho que "mañana" --por hoy-- se llevaría personal de seguridad para evitar posibles incidentes.

Antonio Rubio, letrado que representa a una decena de los afectados, afirmó ayer que se va a pedir "la anulación de todos estos préstamos". En este sentido, arguyó que para otorgar validez a un crédito "el Código Civil exige voluntariedad y conocimiento de lo que se firma". Sin embargo, argumentó, "había gente que firmaba un préstamo y lo que le decían es que le iban a regalar una PSP". Igualmente, Rubio lamentó las dificultades que se están encontrando estos clientes para solicitar la documentación relativa a sus cuentas, que en algún caso va a pedirse por vía notarial.

Uno de ellos --con siete préstamos que, en todos los casos, niega haber pedido-- ha recibido ya un requerimiento de pago desde la entidad financiera en el que se le amenaza con emprender "acciones legales" si no se satisfacen las deudas en cinco días. Rubio indica que se han producido más amenazas "verbales. Les dicen que o firman una reagrupación de deudas en un crédito hipotecario o van a perder todo lo que tienen". De esta forma, quedarían reconocidas --ahora sí, a través de notario-- las deudas y, además, si "hay impago", existiría un inmueble como garantía para el banco.