La pequeña localidad de Barrado vivió ayer una mañana emotiva debido al acto de homenaje que varios centenares de personas rindieron al exalcalde Casimiro Sánchez Núñez, al maestro Severiano Núñez García y al joven cabrero Eloy Muñoz Prieto, que fueron fusilados durante el segundo semestre de 1936, en los primeros meses de la Guerra Civil, sin que aún hayan sido recuperados sus cadáveres. Los tres representaron "la honradez y la pluralidad", según indicó en su intervención el secretario general de la Agrupación Socialista de Barrado, Jaime Díaz.

Díaz leyó además un telegrama del expresidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, en el que apoyaba el acto, y excusó la ausencia de Guillermo Fernández Vara.

A continuación tomaron la palabra Fidela Núñez, sobrina de Eloy Muñoz, y Antonio Sánchez Marín, sobrino del maestro Severiano, quienes expusieron su recuerdo y agradecimiento para sus antepasados.

El acto de homenaje, que tuvo lugar en la plazuela donde se encuentra ubicado el monolito que la corporación municipal anterior erigió en memoria de estas tres personas fusiladas en 1936, se cerró con la ofrenda de una corona, depositada en la base del monumento junto a una bandera republicana.

Presencia de Peces Barba

Entre los asistentes se encontraban, además de familiares, los alcaldes socialistas de varios pueblos del Jerte y La Vera, miembros de la Ejecutiva Provincial de este partido, vecindario en general y el expresidente del Congreso de los Diputados, Gregorio Peces Barba, quien posteriormente impartió una conferencia ante las más de doscientas personas que abarrotaron la casa de la cultura. Peces Barba indicó, con respecto a la iniciativa del juez Baltasar Garzón, de elaborar un censo con los nombres de las personas represaliadas, "está bien, porque puede ayudar a hacer un gran catálogo general". En cambio ve complicado poder "vincular eso con un proceso penal".

El encuentro-homenaje concluyó con un vino de honor.