El delegado del Gobierno en Extremadura, Oscar Baselga, dijo ayer en la Feria Internacional de Ganado (FIG) de Zafra que algunos sectores económicos deben hacer un esfuerzo de reconversión. Mencionó al del tabaco en las comarcas de La Vera y Campo Arañuelo, donde, en su opinión, hay cultivos alternativos que deben ser potenciados por las administraciones públicas.

La convicción de Baselga de que existen alternativas agrarias rentables para los cultivadores de tabaco contrasta con la posición manifestada por la Junta de Extremadura, que ha mantenido que las ayudas al sector son imprescindibles para mantener su viabilidad. La Comisión Europea acaba de aprobar la reforma de la organización común de mercado (OCM) del tabaco, que supone la reducción de los pagos y su desvinculación de la producción. Esto significa que se sigue cobrando sin necesidad de cultivar.

MAS ALLA QUE CAÑETE

El delegado del Gobierno ha ido más allá que el propio ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, quien se ha limitado a rechazar la reforma aprobada por la Comisión Europea para el tabaco. "España no puede compartir esas regulaciones (en referencia a las reformas del tabaco, aceite y algodón), porque puede incentivar al abandono de la producción y del potencial industrial", ha afirmado Cañete, que en ningún momento ha dicho que los tabaqueros extremeños estén abocados a la reconversión.

Baselga se refirió en Zafra a varias reformas de la Política Agraria Común (PAC) de la UE y dijo que "el Ministerio de Agricultura ha mostrado su rechazo a la propuesta de la Comisión Europea y el Gobierno español pretende sacar lo mejor para los agricultores extremeños". No obstante, puntualizó: "Es preciso que empecemos a trabajar en ese sentido y que no sigamos permanentemente lamentándonos".

Extremadura produce el 85% del tabaco de España. Los 4.000 cultivadores y las compañías transformadoras viven estos días pendientes de la redacción final de la reforma de la OCM del sector, aunque ya se conocen las principales novedades. El principal cambio es que se establece un pago único por explotación cuya cuantía no dependerá del tabaco que se produzca. De hecho, no será necesario ni producir tabaco para cobrar dicho importe. Esta medida será un importante elemento disuasor de los cultivadores, que se decantarán por otros cultivos con un coste menor.

Baselga explicó que la competitividad de los productores es muy importante, a lo que agregó que hay agricultores e industrias transformadoras en la comunidad dutónoma que son capaces de competir en todos los sectores.