LICENCIADA EN CIENCIAS ECONOMICAS Y EMPRESARIALES POR EL CEU SAN PABLO DE MADRID

DOCTORA EN ECONOMIA POR LA UEX

ES PROFESORA DEL AREA DE FUNDAMENTOS DEL ANALISIS ECONOMICO DE LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS Y EMPRESARIALES DE BADAJOZ

Lleva años investigando en el sector de la innovación y en los incentivos fiscales de las empresas y ahora su labor ha sido reconocida. La profesora de la Uex acaba de saber que su último trabajo ha conseguido el premio único de la cátedra de la Universidad Autónoma de Madrid y Accentura de Economía y Gestión de la Innovación, un galardón que el pasado año viajó hasta la universidad de Milán y la Complutense de Madrid y que recogerá en marzo. Hasta hace poco, Beatriz Corchuelo y la coautora del estudio, Esther Martínez-Ros --de la Carlos III-- especulaban en sus trabajos sobre los beneficios de los incentivos fiscales para las empresas innovadoras, pero en el 2001 la Encuesta de Estrategias Empresariales comenzó a incluir estas cuestiones en sus encuestas, lo que les ha permitido analizar la situación del sector.

--¿Qué panorama dibujan las conclusiones del estudio ganador?

--Nos hemos sorprendido al saber que las empresas de la muestra --más de 1.700-- conocen poco los incentivos fiscales, aunque realicen un gasto en I+D+i. Además, de las empresas que sí los conocen e invierten en innovación, no llega ni a la mitad el número que los aplica.

--¿Son efectivos estos incentivos?

--Aplicando técnicas econométricas determinamos que en general sí son efectivos, si bien lo son más en el caso de las grandes empresas de alta intensidad tecnológica. Los incentivos son un instrumento eficaz y adecuado para fomentar la innovación pero debe estar combinado con otras medidas como las subvenciones de los gobiernos. La acción conjunta es muy positiva.

--¿Qué pasa con las pymes?

--Las pequeñas empresas son las que encuentran más obstáculos en la aplicación de los incentivos fiscales, en gran parte por falta de información general y tecnológica, falta de recursos y capacidad financiera. Ante este desconocimiento, las subvenciones parecen no ser suficientes, por eso se debe informar más. La problemática está también en el diseño del impuesto sobre sociedades, porque las empresas sienten inseguridad jurídica ante el hecho de que puedan estar aplicándolos bien o no; en ese sentido sería conveniente aclarar más la ley y ayudar a las empresas a través de consultorías públicas para que se quiten el miedo.

--¿Es arriesgado invertir en innovación en plena crisis?

--Está contrastado empíricamente que la innovación es el modelo del crecimiento económico, de forma que impulsarla es fundamental para poder salir de la crisis y crecer. La inversión en I+D+i para una empresa es más arriesgada y genera más coste e incertidumbres --problemas de propiedad-- que una inversión normal y eso provoca lo que llamamos un fallo de mercado, que es que las empresas no inviertan en innovación lo que sería deseable. Por eso los gobiernos deben estimular el desarrollo de estas actividades.

--¿Cómo está el sector?

--Es paradójico que a pesar de que el sistema de incentivos fiscales español es uno de los más generosos a nivel mundial, el porcentaje de gasto en I+D sobre PIB de España es reducido y bastante alejado de la media de los países de la OCDE, aunque cabe destacar que en los últimos años se han hecho esfuerzos que han contribuido a que el porcentaje de gasto de I+D sobre PIB haya crecido más rápidamente. Han crecido las empresas innovadoras aunque siguen siendo insuficiente. En cuanto a la región, dirijo un proyecto regional de innovación con el que vamos a analizar el tejido empresarial innovador extremeño.

--¿Cómo animaría a un pequeño empresario a invertir en I+D?

--Innovar es complicado como inversión, pero los beneficios que reporta compensan el gasto previo que haya tenido que realizar. Significa diferenciar a la empresa de sus competidores, lo que se traduce en incremento de competitividad y productividad.