La leche materna tiene todas las vitaminas, grasas y proteínas que necesita el bebé en la cantidad exacta lo que contribuye a que el lactante tenga más defensas ante las enfermedades beneficiando la salud del niño. Además, tiene una fácil digestión --a los 35 minutos de haberla tomado-- y previene diarreas, entre otras ventajas.

En el aspecto psicológico, varios estudios han demostrado que se crea un fuerte vínculo entre la madre y el bebé.

Es aconsejable que la madre tenga una alimentación adecuada durante la lactancia.