El portavoz de Economía y Empleo del PSOE extremeño y exsecretario regional de UGT, Miguel Bernal, tachó ayer de "calumnias e infamias" las acusaciones del PP vertidas sobre su persona y defendió que la nueva sede del sindicato, inaugurada el lunes, se hizo con "respeto absoluto a la normativa".

Tras varias días de críticas, ayer compareció para asegurar que toda la relación que UGT tuvo con el Ayuntamiento de Mérida, entonces gobernado por el PSOE, está "documentada, argumentada y es transparente como el cristal" e indicó que como entonces secretario solo exigió un "trato igualitario" con el resto de entidades similares. Asimismo, consideró que la actitud del PP responde a una "estrategia de extensión del miedo" que persigue "silenciar las voces de libertad que residen en las organizaciones sindicales"; a su "inquina" hacia cualquier recurso público que pueda ser utilizado para combatir las "injustas políticas de la derecha neoliberal" y al "camuflaje, humo y propaganda" para tapar la "miseria de los 180.000 parados".

Además, justificó la exigencia en su día al Ayuntamiento de Mérida de rebajar el canon fijado del 6% anual sobre el valor del suelo por tratarse de un canon "abusivo" ante la condición de UGT de "entidad social que presta un servicio público". Por eso, recordó que se corrigió ese canon al 1% "más acorde a otras adjudicaciones similares" efectuadas por el ayuntamiento y destacó también que en las dos licitaciones "públicas" que se hicieron no concurrió ninguna otra entidad interesada en el uso de esa parcela.

Así, Bernal se preguntó ayer "quién es Parejo y Francisca Rosa para opinar sobre la decisión de 34.000 militantes de UGT" y criticó que el PP en su papel de "mandamás" pretenda "gobernar sobre la vida y patrimonio de una organización sindical". Por ello, aseveró que el alcalde de Mérida, Pedro Acedo, "miente" sobre las supuestas irregularidades en la tramitación urbanística de la sede, ya que no hacía falta que pasara por pleno. Declaró que el nuevo edificio cuenta con licencia de apertura.

Sobre estas declaraciones, habló ayer la portavoz popular Francisca Rosa. "Bernal tiene la misma moral que los tiburones financieros que han llevado a Extremadura a esta crisis", que montaba "chanchullos" cuando dirigía un sindicato y que, al dejarlo, empezó a "vivir de las subvenciones públicas". Así citó que en 2009 Bernal obtuvo subvenciones de 55.000 euros, en 2010 de 52.000 y en 2011 20.000 euros.

También se refirió ayer al asunto el alcalde de Mérida. Pedro Acedo aseguró que el consistorio emprenderá acciones legales si la construcción de la sede perjudica el "patrimonio de los emeritenses", al tiempo que subrayó que "no hay trasfondo político" y que está contento con la decisión de UGT de instalar su sede en Mérida. Acedo explicó que lo único que está haciendo es comprobar si se causó lesividad al patrimonio de los emeritenses al "rebajar" de un 6% a un 1% la licencia. "Hay una clara lesividad para los vecinos de la ciudad, a favor de alguien, y vamos a verlo", precisó Acedo, quien se mostró sorprendido por no ser invitado a la inauguración.