Lejos han quedado aquellos años en los que a las bibliotecas se iba exclusivamente a coger y a entregar libros. Hoy son los principales espacios culturales de muchos municipios extremeños y un servicio esencial para dinamizar la vida cultural de la región. Pero aún no son todo lo visitadas que aspiran a ser y sus visitantes no llegan al volumen medio del país.

Las últimas estadísticas hablan bien de las bibliotecas extremeñas. Hay 481 en total, una por cada 2.124 habitantes, la ratio más baja del país, y sus servicios son buenos. Pero los datos no hablan igual de bien sobre sus usuarios, que siguen siendo menos de los deseados aunque la cifra ha ido creciendo progresivamente en los últimos años. Así, los datos del Instituto Nacional de Estadística referentes al año 2014 señalan que el 42,7% de la población extremeña es usuaria de las bibliotecas. En el conjunto nacional, el 47% de los españoles acude a estos centros. Aunque el dato extremeño no supera la media del país no está entre los más bajos, sino en la mitad de la clasificación por comunidades.

En la mitad de la tabla

Sin tener en cuenta las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que tampoco alcanzan la media nacional, hay ocho comunidades con menos población usuaria que Extremadura: Canarias (21,2%), Cantabria (28,2%), Islas Baleares (30%), Andalucía (32%), Murcia (36,2%), La Rioja (37,2%), Galicia (37,4%) y Comunidad Valenciana (42,1%). En el lado opuesto destacan otras ocho regiones con más usuarios en sus bibliotecas: Cataluña (75,2%), Madrid (55,5%), Castilla y León (53,2%), País Vasco (52,2%), Navarra (50%), Asturias (49%), Aragón (46%) y Castilla-La Mancha (43,7%).

"No acabamos de alcanzar el dato de la media nacional, sin embargo nuestros visitantes están mejorando a lo largo del tiempo, de forma sostenida vamos incrementando el número de visitas en sala mientras otras comunidades están en el camino inverso", destaca el director general de Bibliotecas, Museos y Patrimonio Cultural, Francisco Pérez Urban.

A su juicio hay dos razones que explican el dato regional: la dificultad de los ayuntamientos más pequeños de mantener un servicio bibliotecario con una persona que garantice su apertura todo el día y la dispersión geográfica que ha motivado la apertura de bibliotecas en todos los pueblos y esto rebaja la media de usuarios a la hora de extraer las estadísticas. "Si usamos para la media sólo las bibliotecas grandes estaríamos por encima de los datos nacionales", indica.

Mejorar las visitas es uno de los objetivos que persigue la Administración regional durante esta legislatura. Para ello busca convertir los puntos bibliotecarios en "auténticos espacios culturales", precisa Pérez Urban.

Cultura con mayúsculas

"Lo importante es que entendamos que las bibliotecas no pueden seguir siendo solamente bibliotecas, es decir, la biblioteca especialmente para los pequeños municipios debe ser un lugar de acceso a la cultura con mayúsculas, no sólo un acceso al libro que es lo que tradicionalmente ha sido", indica.

Con este fin, el director general destaca que el actual Ejecutivo ha puesto al frente de la Biblioteca de Extremadura, la 'reina' de las bibliotecas extremeñas, a una directora con un perfil que permitirá fortalecer el sistema y ha realizado, además, una apuesta importante por fortalecer el plan de fomento de la lectura --hay 261 club de lectura en la región-- y por la renovación de los equipos informáticos y técnicos, dentro del proyecto Avanza, que además de ordenadores ha dotado de libros electrónicos y pizarras digitales a buena parte de los puntos de servicio.

"Son acciones muy importantes para motivar a los ciudadanos en el uso y disfrute de la cultura del libro y de estos espacios", abunda Pérez Urban. En definitiva, un revulsivo para ganar más visitas pero también para favorecer la comunicación entre las distintas bibliotecas que conforman la red extremeña y solventar cuestiones ligadas con la dispersión geográfica.

Las nuevas tecnologías son, precisamente, una de las principales potencialidades del servicio. El informe destaca que el 94,4% de las bibliotecas de la región cuenta con acceso internet y el 80,2% puede conectarse además por red wifi, ambos datos son los terceros más elevados del país (sólo superado por Cataluña en ambos casos y por Asturias e Islas Baleares). En cuanto a la posibilidad de acceder a su catálogo y fondos a través de una web, apenas el 12,9% de los puntos de la región ofrecen el servicio, el peor dato de España.

Con ayuda del plan de empleo

El director general señala que se acaba de terminar de dotar a todas las bibliotecas de nuevos dispositivos tecnológicos, lo que ayudar a lograr el objetivo perseguido. Pero ello por sí solo no alienta el servicio. Pérez Urban reconoce las dificultades que están teniendo los municipios más pequeños para atender sus bibliotecas, puesto que la titularidad de estos edificios es municipal y los responsables de su mantenimiento y los contratos de su personal es de los ayuntamientos que en los últimos años de crisis se han visto más mermados.

"Las dificultades de los ayuntamientos para tener abiertos estos centros son importantes y nuestro compromiso es que no haya ninguna biblioteca cerrada por esta cuestión. Para ello hemos puesto en marcha el plan de empleo social y varios consistorios están utilizando esta ayuda para abrir las bibliotecas. Hay una docena que por esta razón no puede abrir y lo harán gracias a este plan", precisa.

Una vez relanzados estos espacios con nuevas tecnologías y garantizadas sus aperturas, lo que más preocupa a la Junta es que teniendo la posibilidad de acceder a las bibliotecas "no consigamos captar la atención de los ciudadanos y eso es en lo que tenemos que trabajar, en hacer un entorno agradable y atractivo. Romper con esa idea de que a la biblioteca se va solo a por un libro, ese es uno de los retos".