Con unas previsiones razonablemente buenas en el ámbito puramente cinegético pero bastante peores en el económico arranca en Extremadura la temporada de caza 2010-2011. En el caso de la caza mayor, el periodo hábil para su práctica comenzó el pasado sábado, y se prolongará, con carácter general, hasta el 20 de febrero, mientras que en el de la menor da comienzo hoy, extendiéndose hasta el 6 de enero. Según las estimaciones de la Federación Extremeña de Caza, durante los próximos meses saldrán a cazar a los campos extremeños en torno a 90.000 aficionados, de ellos "seis o siete mil" procedentes de fuera de la región, indica Rafael Domínguez, máximo responsable federativo.

Domínguez prevé que este año la temporada discurra de forma similar a la anterior, "igual que ha sucedido con la media veda". En el ámbito de la caza menor, señala que "la liebre y la perdiz van bien, y el conejo solo en algunas zonas", entre las que cita Tierra de Barros y la Campiña Sur. Considera que, en general, el año va a ser "bastante aceptable" y que las últimas lluvias van a hacer aumentar también la afluencia de cazadores. "Mañana --por hoy--no va a faltar ningún cazador en el campo", pronostica.

MENOS INGRESOS Las previsiones económicas son, sin embargo, bastante menos halagüeñas. José Luis Retamal, vicepresidente de la Asociación de Empresarios de Caza de Extremadura, indica que ya el año pasado los empresarios cinegéticos experimentaron importantes descensos en sus ingresos, de en torno al 40% en la caza mayor y de alrededor de un 50% en la caza menor. Y esta temporada el descenso respecto al 2008 "va a ser todavía mayor", vaticina. En el caso de las monterías, por ejemplo, detalla que en algunos casos se está pasando "de sesenta puestos a 25 o 30". Y no solo se resiente la actividad de las empresas. Retamal, que es propietario de varios cotos, calcula que en los últimos tres años el número de jornales relacionados con las acciones cinegéticas que organiza ha caído alrededor de un 60%.

En cualquier caso, también hay empresas que se salvan de la quema. Antonio Pavón, presidente de Monteros de Sopetrán, asegura que la crisis no está pasando excesiva factura a su actividad, ya que este año seguirá organizando en torno a "27 o 28" monterías. Eso sí, señala que esta vez ha costado mucho más vender los puestos. "Antes a mediados de agosto o principios de septiembre, lo tenías todo vendido, y ahora es más complicado, aunque vamos cumpliendo objetivos", subraya, aunque reconoce que la tónica general en el sector es bastante peor. Pavón destaca, además, que las abundantes lluvias caídas durante este 2010 van a favorecer la calidad de los trofeos. "La media en los venados, este año, es mucho mejor", afirma.