El presidente del Congreso, José Bono, no percibió que hubiera falta de respeto en la tensa conversación que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, mantuvo esta mañana en los pasillos de la Cámara con los diputados del PP Esteban González Pons y Carlos Floriano a cuenta del sistema de escuchas Sitel.

A su juicio, fue una discusión "normal" de las que suceden en el Parlamento y su intervención en la misma se debió a que había quedado para tomar un café con el ministro, no porque se viera obligado a tener que deshacer esa reunión, como han sugerido desde el PP.

González Pons denunció hoy en rueda de prensa que Rubalcaba había amenazado esta mañana a su compañero de partido Carlos Floriano en una sala del Palacio del Congreso minutos después de haberle preguntado en la sesión de control al Gobierno por SITEL, un extremo que el ministro se afanó después en negar.

Bono fue testigo de la conversación y fue quien puso fin a la misma llevándose al ministro. El propio presidente explicó después a Europa Press que, en lo que él presenció, los diputados implicados mantenían una discusión "normal", de las que ocurren en el Parlamento todos los días, aunque algunas veces son más amables y otras más fuertes.

Eso sí, quiso dejar claro que "en ningún momento" percibió que se estuvieran faltando el respeto y que su intervención en la discusión no fue porque se hubiera visto obligado a deshacer esa reunión. Según explicó, decidió retirar al titular de Interior de su conversación con los parlamentarios 'populares' porque tenía comprometido tomar un café con él y tenía "prisa" por volver a la presidencia de la sesión plenaria.