Extremadura es una de las regiones en las que el gigante de los frutos secos Borges ha puesto sus ojos para materializar el plan de expansión puesto en marcha con el propósito de contar con sus propios cultivos de almendras en los próximos años. Por el momento tienen un compromiso de compra de 1.150 hectáreas en distintas regiones y de ellas 250 estarían en la provincia de Badajoz. El propósito de Borges es adquirir entre 2016 y 2020 un total de 2.500 hectáreas, a razón de 500 por año.

Extremadura es un destino conocido para el empresa que capitanea la familia Pont porque desde los años 80 gestionan más de 620 hectáreas en la finca Benavides, situada en la carretera entre Badajoz y Olivenza, aunque al contrario de lo que ahora buscan, estos terrenos están destinados al cultivo de pistacho y nueces. El nuevo objetivo pasa por incrementar la capacidad agrícola de producción propia de frutos secos, y rentabilizar de este modo el proceso de comercialización. La planta de almedras de Borges, en Reus procesa ahora 20.000 toneladas anuales. H