Son 13 días sin parar de llover y la situación comienza a preocupar. Pantanos como el Guadiloba y Rosarito ya están desembalsando agua y las crecidas de ríos y arroyos dejan carreteras cortadas y viviendas y ganado aislados en diversos puntos de la región. Lejos de mejorar, la situación de alerta se mantiene, pues hoy llegará a Extremadura la borrasca ‘Félix’, la quinta en dos semanas. Debido a este nuevo frente toda la región permanecerá hoy en alerta amarilla por vientos de hasta 80 kilómetros por hora entre las nueve de la mañana y las cinco de la tarde. Para el norte de la provincia de Cáceres, el aviso incluye además fuertes lluvias y nieve.

Esta zona es una de las que más está sufriendo las consecuencias del temporal. Ya durante la jornada de ayer la comarca permaneció en alerta amarilla por fuertes lluvias, llegando a acumularse 47 litros en Piornal hasta las siete y media de la tarde. De hecho, la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) ha pedido «mucha precaución» a los conductores que transiten cerca de los cauces de la cuenca, ya que ha experimentado una subida «muy elevada» de los caudales de agua. Según informó ayer, «todo el equipo técnico encargado de la explotación de las presas está gestionando las avenidas para minimizar daños aguas abajo, y así seguirá todo el fin de semana».

Rescate en Valdeíñigos

Uno de los afectados por estas crecidas, en concreto la del río Tiétar, ha sido Valentín Linio, un ganadero de Valdeíñigos cuyas reses se han quedado atrapadas en una nave a un kilómetro del pueblo. Son unas cien ovejas y según explicó ayer, no ha podido retirarlas a tiempo porque cuando ha recibido el aviso de que el pantano de Rosarito estaba desembalsando ya era tarde. Linio permaneció todo el día junto a los animales, hasta que cerca de las siete de la tarde tuvo que ser rescatado con un zódiac por Protección Civil y los bomberos. Ahora, le toca esperar con impotencia el destino de sus ovejas, pues no es la primera vez que pierde su ganado por la mala gestión que a su juicio, la CHT hace los cauces.

Otro de los embalses que ayer comenzó a arrojar agua fue el Guadiloba, que se encuentra al 82% de su capacidad tras las últimas lluvias. El Ayuntamiento de Cáceres dio el aviso a la policía local y la CHT para abrir una de las compuertas a las 16 horas con el objetivo de «regular la salida de agua en función de la entrada que se está registrando para mantener así el equilibrio».

Crecidas de arroyos

La policía local cacereña también estuvo pendiente durante todo el día de ayer de que no se desbordara el caudal del arroyo La Madre, en las cercanías de la urbanización Vistahermosa. Por la mañana se había elevado de tal forma que ha afectado a la vía de acceso a las viviendas, si bien al cierre de esta edición no se había producido ninguna emergencia.

De igual forma, la crecida del río Salor ha dejado de nuevo aisladas a las seis familias que viven en la zona de la finca Cuartos del Baño, también Cáceres. Desde la tarde del viernes no se puede transitar por el único acceso que tienen en la actualidad, porque el puente que atraviesa el río en ese punto se encuentra cubierto por el agua, informa Rocío Cantero.

Los vecinos calculan que el río puede tener ahora más de dos metros de profundidad. «Junto al puente hay un árbol que mide más de dos metros de altura y está ahora mismo oculto bajo el agua», explica Candi Maestre, una de las afectadas. Las crecidas del Salor en este punto (una lengua de terreno perteneciente a Cáceres, pero situada entre Malpartida y la carretera de Aliseda, en las estribaciones de la Sierra de San Pedro) son habituales en momentos de intensas lluvias como las que se han producido en las dos últimas semanas. «Si el río se eleva un metro más, llegará a la primera casa», advierte.

Por su parte, en la provincia de Badajoz también se registraron ayer varios incidentes relacionados con las lluvias. Tres personas tuvieron que ser rescatadas en el término municipal de Valdecaballeros tras quedar atrapadas en su vehículo al verse sorprendidos por al crecida de un arroyo, según informaron a Efe los bomberos de la Diputación. Los ocupantes, que no sufrieron daños personales, se vieron obligados a subirse al techo del vehículo hasta que fueron rescatados minutos antes de las 12 del mediodía. Durante la mañana de ayer los bomberos también llevaron a cabo distintas operaciones por las lluvias, principalmente de achiques de agua en viviendas de distintos municipios.

Corte de carreteras

En esta provincia se produjeron además cortes temporales en algunas carreteras por balsas de agua, aunque de escasa duración. Es el caso por ejemplo de la N-432 a la altura de Granaja de Torrehermosa, que estuvo cerrada al tráfico unos 10 minutos. También la BA-074, que une este municipio con Cuenca (una pedanía de Fuente Obejuna, en Córdoba), se cortó por la crecida del Río Zújar.

Por otro lado, en la ciudad de Badajoz, el PSOE denunció que el pabellón de Antonio Domínguez se encontraba inundado por goteras, lo que obligó a suspender los partidos de una competición de categorías inferiores de balonmano. Además, en zonas como la barriada de Las Quinientas, el acceso al colegio se inundó.

Por su parte, en Las Casas Aisladas de Gévora, la Guardia Civil avisó ayer por la tarde a los vecinos para que estuvieran alerta ante una posible crecida del río Gévora, aunque en principio no se preveía evacuar a ninguno de ellos. Solo una familia, que tiene su propiedad más cercana al cauce, decidió trasladar a sus animales hasta una zona más alta y pasar la noche en casa de unos familiares para evitar riesgos.