El ministro de Exteriores en funciones y próximo jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, defendió ayer que los resultados de las últimas elecciones europeas ponen sobre la mesa el nacimiento de una conciencia política europea y por ello «hay que politizar más Europa».

Borrell hizo estas declaraciones en Cuacos de Yuste (Cáceres), donde participó como ponente en un curso sobre los desafíos actuales de la UE, organizado por la Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste y que se celebra en el Real Monasterio de Yuste. Según recoge Efe, el ministro indicó que los nuevos responsables de la UE van a heredar una economía «relativamente saludable», porque se ha dejado atrás diez años de una crisis «tremenda», que ha dejado «profundas heridas sociales y ha aumentado la desigualdad, pero que al menos podemos dar por superada en términos macroeconómicos». A su juicio, sobre esta base es necesario hacer frente a tres desafíos «formidables» en los próximos cinco años.

El primero de ellos es definir el lugar de Europa en un mundo cada vez mas bipolar con un conflicto geoestratégico entre EEUU y China. «Será necesario evitar la tentación proteccionista pero al mismo tiempo reformar y desarrollar la capacidad tecnológica, financiera y de seguridad de Europa», y habrá que apoyar las instituciones multilaterales y estar dispuestos a actuar «en contra de las agresiones de tipo comercial que suframos», señaló Borrell.

En segundo lugar, se refirió al calentamiento climático y ha planteado que para evitarlo habrá que establecer precios a la energía y la emisión de gases de efecto invernadero, «lo que va a producir una transformación profunda de la economías que tendrá consecuencias sociales». «Se generarán nuevos vectores de desigualdad y habrá que trabajar por evitar que esa fractura social genere nuevos conflictos como hemos visto recientemente en Francia», agregó. También abogó por «descarbonificar la economía y las formas de vida», lo que implicará «reforzar la cohesión social desde una nueva perspectiva».

Para Borrell, la principal amenaza que va a pesar sobre los próximos años es que se pueda producir de nuevo una recesión o incluso una crisis «y evitarlo va a requerir construir una política fiscal proactiva, reformar el Gobierno del euro y luchar fuertemente contra el fraude fiscal y la evasión». En su intervención, Borrell también puso sobre la mesa los tres grandes retos de esta legislatura: Europa tiene que proveer bienes públicos europeos, luchar contra el terrorismo y estabilizar los sistemas financieros.