El presidente de Caja Extremadura, Víctor Bravo, asegura que la fusión fría acordada con Caja de Ahorros del Mediterráneo, Cajastur y Caja Cantabria no conllevará pérdida de puestos de trabajo "ni cambios traumáticos" en la plantilla de la entidad financiera extremeña.

Según recoge la agencia Efe, Bravo señala que, aunque todavía existen detalles en la operación por cerrar, a él y los miembros del Consejo de Administración les gustaría que la entidad financiera resultante, fuera "una agrupación de cajas en lugar de un banco", pero que en cualquier caso, "las cajas somos los dueños del banco y no al revés".

Además, afirma que el Sistema Institucional de Protección (SIP) acordado entre las tres instituciones, que engloba también a Caja Castilla la Mancha, ha acordado acudir al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), "no por una necesidad, sino por un reforzamiento de nuestra solvencia y por límites temporales".

El Consejo de Administración de Caja de Extremadura aprobó ayer por la tarde, por unanimidad, la puesta en marcha de un Sistema Institucional de Protección (SIP), que dará lugar al tercer grupo de cajas y al quinto del sector financiero en España.