Mejorar la situación de las familias y de los pequeños y medianos empresarios que estén sufriendo dificultades en estos momentos de crisis económica. Esa es la hoja de ruta que se marcó ayer Caja de Extremadura en Plasencia durante la celebración de su Asamblea General, en la que se ratificó a Víctor Bravo como nuevo presidente ejecutivo de la entidad financiera.

Con esta confirmación definitiva de Bravo en el cargo de nuevo presidente, en sustitución de Jesús Medina, Caja de Extremadura da por finalizado el proceso de renovación de sus órganos de gobierno e inicia una nueva etapa que, según sus responsables, seguirá respetando las líneas de actuación e identidad que la han caracterizado durante los últimos años.

Así, según expuso ante la Asamblea el recién elegido presidente ejecutivo, las directrices de actuación de la entidad de cara al próximo año se centrarán en mejorar la situación de las familias y las pequeñas y medianas empresas (pymes) más castigadas por la coyuntura económica. El objetivo, explicó, es poner de manifiesto el compromiso "real y efectivo" de la caja respecto a estas personas y proyectos.

Bravo hizo hincapié en la buena salud de la que goza la entidad, pese a que hasta septiembre registran un descenso del 15% en sus resultados --inferior al 28% que experimenta el conjunto del sector--. En este sentido, subrayó que Caja de Extremadura ha logrado situarse en los primeros puestos en ratios de eficiencia, rentabilidad, solvencia y liquidez. E incluso recordó que el nivel de morosidad se encuentra en el 3,34%, casi dos puntos por debajo del de la suma del resto de cajas de ahorro del país.

El nuevo presidente ejecutivo responsabilizó a su antecesor y a los colaboradores de este de la situación favorable en la que se encuentra la empresa, destacando su solidez y fortaleza. "Unas credenciales en las que hemos de perseverar", reseñó.

ESTUDIO SOBRE FUSIONES Durante su intervención también tuvo palabras para referirse al actual escenario de fusiones en el que se encuentra el sector. Así, volvió a explicar que, ante las recomendaciones de las autoridades económicas de alentar procesos de integración financiera, Caja de Extremadura procederá en breve a elaborar un estudio para analizar posibles escenarios en el sistema financiero general y en el de las cajas de ahorros en particular. En su opinión, este informe es imprescindible para definir las líneas maestras de lo que definió como una "eventual actuación" de la entidad en este sentido. Porque Víctor Bravo destacó que la caja está suficientemente preparada y puede afrontar la situación con la "confianza y tranquilidad que nos confiere un balance saneado, una plantilla muy profesionalizada y unas ventajas competitivas exentas de la presión a la que se ven sometidas otras entidades con dificultades en sus resultados económicos y ratios de negocio".

Asimismo, de acuerdo con su discurso, la obra social de Caja de Extremadura seguirá priorizando las iniciativas relacionadas directamente con la creación de empleo, la integración y el desarrollo del medio rural, las ayudas al emprendimiento de jóvenes, inmigrantes y mujeres paradas, o la atención especializada a personas mayores. Además, mantendrán la apuesta por la promoción de la educación financiera y medioambiental, la integración laboral de los discapacitados, la asistencia sociosanitaria o la lucha contra la pobreza y la exclusión.