El plan de control de vertidos por filtración de nitratos se deriva de los datos aportados por la Comisión Europea en marzo de este año, que detectó contaminación en algunos cauces fluviales por fertilizantes agrícolas. El estudio de la UE aludía a una directiva comunitaria de 1991, que España adaptó a la legislación nacional en 1996.

Sin embargo, desde la Junta se entendió que en Extremadura este problema no existía, y en 1999 vio la luz una Orden de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente donde se aseguraba que la región estaba libre de zonas vulnerables a la contaminación por nitratos .

Tal afirmación fue corregida por la UE, al apuntar que en las Vegas Bajas y el Zújar los ríos tenían concentraciones de abonos químicos alarmantes, por lo que se instó a poner en marcha un programa de actuación que ahora ve la luz. Este programa tendrá que ser revisado cada cuatro años para ver la evolución de las áreas afectadas y detectar la posible existencia de más zonas vulnerables .