La UE ha realizado una radiografía de la situación extremeña para orientar las políticas de desarrollo en los próximos años donde debilidad productiva y aislamiento serían dos de los principales lastres de Extremadura, mientras que el creciente interés por las nuevas tecnologías y los avances en formación estarían entre los aspectos que dan pie a la esperanza.

En su documento sobre Fortalezas y debilidades para el desarrollo regional, Bruselas enumera como aspectos a mejorar, en primer lugar, las estructuras productivas. Ahí se incide en la atomización del tejido empresarial, con preponderancia casi absoluta de las pymes, como uno de los riesgos, unido a la debilidad de la industria y el escaso acceso a los mercados.

Asimismo, señala que las tasas de paro superiores a la media y que sufren sobre todo mujeres y jóvenes, la dispersión de la población y la falta de adecuación en muchas ocasiones de la oferta formativa a las demandas de las empresas como factores de debilidad. Finalmente, en este apartado de cuestiones a mejorar figuran la situación periférica de la región unida a una escasa conexión con las redes transeuropeas de transportes y la concentración de la población en determinadas zonas, así como la poca eficiencia en el uso del agua.

FORTALEZAS EXTREMEÑAS Por lo que se refiere a las cuestiones que pueden impulsar el desarrollo regional, formación y nuevas tecnologías figuran en lugar destacado. En el primer caso se alude a la mejora del nivel de educación de la población y la existencia de una red de centros educativos bien distribuida, así como a los avances en la cualificación de los trabajadores.

En el segundo se destaca el incremento en el esfuerzo en I+D, pero, sobre todo, "el interés creciente de la sociedad civil por las nuevas tecnologías", que se traduce en que las conexiones por ADSL se hayan quintuplicado en tres años o que el acceso a internet se duplicase en un corto periodo.

En el capítulo de fortalezas también se hace referencia a las potencialidades exportadoras de sectores económicos emergentes, el mantenimiento de la calidad de vida vinculado a un patrimonio natural y cultural buen conservado y a la "creciente preocupación" de los poderes públicos por el desarrollo sostenible, el dinamismo de las zonas urbanas y la articulación territorial interna.

Del mismo modo, se resaltan las vinculaciones con Portugal, el potencial de atracción para un nuevo tipo de turismo y el esfuerzo público mantenido en dotación de infraestructuras y equipamientos como posibilidades que Extremadura debe continuar explotando para converger aprovechando los recursos de que dispone y las ayudas del nuevo periodo.