La Comisión Europea considera que, de momento, no ve vulneraciones de la normativa medioambiental comunitaria en la construcción de la Refinería Balboa en Extremadura porque se está llevando a cabo la evaluación de impacto y el proyecto todavía no se ha aprobado formalmente. No obstante, explica que ya se ha puesto en contacto con las autoridades españolas para pedirles que garanticen el respeto de las directivas europeas.

Según recoge la agencia Europa Press, el proyecto de la Refinería Balboa se debatió este miércoles en la comisión de Peticiones de la Eurocámara a partir de una queja presentada por el portavoz de la Plataforma Ciudadana Refinería NO, Pedro Vicente Sánchez.

Sánchez comenta que el proyecto está promovido por el empresario Alfonso Gallardo, del que dice "se ha caracterizado por su desprecio al medio ambiente y a la salud de los ciudadanos". Denuncia además que el oleoducto que se construirá para hacer llegar el crudo a la refinería desde el Puerto de Huelva atravesará 11 espacios naturales protegidos, entre ellos el parque nacional de Doñana.

Asimismo, alega que la refinería tendría un impacto ecológico negativo en una zona agrícola famosa por su producción de aceite de oliva, que no hay agua suficiente garantizada para su funcionamiento, que no se ha tenido en cuenta el impacto del proyecto en las zonas adyacentes de Portugal y que el proceso de consulta pública no se ha llevado a cabo conforme a la legislación vigente.

En el debate intervino también el consejero de Industria, Energía y Medio Ambiente de Extremadura, José Luis Navarro, que asegura que el proyecto "se está desarrollando con un cumplimiento escrupuloso y riguroso de las directivas europeas", tanto la de evaluación de impacto como la de participación e información ciudadana. También se ha tenido en cuenta la implicación transfronteriza de la refinería, hasta el punto de que las autoridades portuguesas han elogiado el proyecto, y las necesidades de agua, afirma.

Navarro destaca que la inversión en la refinería, que cifró en 2.000 millones de euros, creará 2.600 puestos de trabajo durante tres años en una región que, según recordó, tiene una tasa de paro del 18% y una renta per cápita del 70% de la media comunitaria.

Garantiza que el Gobierno extremeño respetará el resultado de la evaluación de impacto "sea cual sea". No obstante, llama la atención sobre el hecho de que en España se están instalando varios proyectos de refinerías con un impacto equivalente. "No entendemos por qué en una región como Extremadura no se puede hacer y en otras en cambio sí", concluye.

Por su parte, la representante de la Comisión detalla que se ha solicitado a las autoridades españolas información sobre el proyecto, y se les ha recordado que se debe respetar la legislación medioambiental comunitaria. Según la información de la que dispone el Ejecutivo comunitario, el proyecto está siendo sometido a una evaluación de impacto ambiental que se ajusta a la normativa europea y este procedimiento "ha supuesto la apertura de trámites de información pública y de participación ciudadana".

La Comisión se hizo eco de las denuncias de los peticionarios sobre "posibles deficiencias" en este procedimiento de participación ciudadana, pero explica que no había podido constatar que los denunciantes hubieran agotado todos los procedimientos de recurso.

En todo caso, el Ejecutivo comunitario concluye que "en estos momentos el procedimiento no se encuentra finalizado y por lo tanto no existe una aprobación del proyecto". "En estas condiciones, la Comisión no dispone de indicios suficientes para decidir que existe una violación actual del derecho comunitario", destaca la portavoz durante el debate.

Por su parte, el eurodiputado socialista extremeño Alejandro Cercas subraya que la opinión pública de la región está a favor del proyecto y también los representantes en el parlamento regional, los sindicatos y la patronal. Y acusa a los denunciantes de tener una "opinión prejuiciada" sobre el impacto de la refinería porque todavía no ha concluido la evaluación.

El representante de Izquierda Unida, Willy Meyer, señala que aún se está "a tiempo de corregir lo que desde nuestro punto de vista son errores que afectan a la participación ciudadana". Destaca que Portugal sí ha facilitado todo el proyecto sin fraccionar a partidos políticos y organizaciones sociales, mientras que España no. Y dijo que los denunciantes han presentado recursos administrativos que no han recibido respuesta. "Construir una refinería en el interior es un contrasentido, es una idea ridícula que no se hace en ninguna parte del mundo. Todas las refinerías del mundo están prácticamente en la costa por razones obvias. Es como construir unas pistas de esquí en medio del Sáhara", apostilla por su parte el parlamentario de los verdes, David Hammerstein.

Tras el debate, la comisión de Peticiones de la Eurocámara acordó mantener abierta la queja para seguir analizándola cuando se disponga de información adicional.