Las procesiones de la Semana Santa de Almendralejo pudieron disfrutar del Domingo de Ramos, a medias. La intermitente lluvia y los chaparrones, en algunos momentos tremendos aguaceros, deslucieron parte de dos emblemáticas marchas procesionales como son La Burrita y La Borriquita en la capital de Tierra de Barros. Desde San Roque partió la Borriquita, que lo hizo con retraso por la lluvia. La misa se adelantó al principio y después partió la procesión. Los primeros tramos, casi primaverales. Salió el sol y dejó imágenes preciosas al paso por la iglesia de San Roque. Más tarde, un nubarrón descompuso la marcha. Le acompañaron decenas de niños ataviados con trajes de pajes y hebreos. Esta es una de las pocas representaciones vivientes que se mantienen en la región, con Jesús y más de 100 figurantes.

Algo parecido ocurrió con La Borriquita, que salió de la parroquia de la Purificación. Cientos de fieles vivieron una de las estampas más entrañables de la Semana Santa, con la salida de este paso. Coincidió con un intervalo de buen tiempo y sol de justicia, aunque tras completar la mitad de la procesión, el mismo nubarrón que empañó a la procesión anterior, hizo lo propio con ésta, deshaciéndose por completo.

Este lunes hay descanso, volviendo el martes las procesiones a la ciudad con la Oración en el Huerto. Los almendralejenses, como en el resto de la región, andan con un ojo en el cirio y otro en el cielo. El mal tiempo amenaza los días grandes.