El elemento. En Inglés se utiliza mucho este término para definir ese espacio en el que trabajas cuando se dan dos condiciones. La primera es trabajar en algo que te gusta. La segunda es que además ese algo sea para lo que vales. Su traducción es de las facilitas: "The element". El primer ejemplo que me viene a la mente son los deportistas de élite. Casi todos están en su elemento. Qué fácil.

Yo me he pasado 10 años buscándolo y lo he encontrado. A mí no me ha parecido nada sencilla esta búsqueda.

Afortunadamente lo he buscado. Conozco a algunos que no lo buscan. O bien no saben o bien supone un riesgo que no quieren asumir o bien fracasan una vez y abandonan. Por eso no es fácil. No somos Casillas, Iniesta y compañía. Ellos, en general, "se lo han encontrado". No es lo mismo, y si no, veamos que es de ellos cuando tengan 40 años.

Creo que las dos características que tiene el elemento no tienen el mismo peso. Lo difícil es dedicarte a lo que te gusta. Ya que muchas veces si haces lo que te gusta, vales. Y el caso contrario no es tan común.

XCON MIS ALUMNOSx hago este ejercicio en clase. Buscamos el elemento de cada uno. Y lo primero que hacemos es buscar aquello en lo que realmente disfrutan. Les pregunto mucho por eso y después analizamos si valen o no para eso. Y es que cuando tienes ilusión por algo, cuando tienes "los qués", es mucho más fácil encontrar "los cómos". Es verdad que terminamos el curso y no lo han encontrado, pero en esa búsqueda se llevan un método y sobre todo una serie de preguntas que espero que les ayude a encontrarlo.

Cuando empecé a escribir en este nuestro periódico, Miguel Angel me preguntó que le dijera qué profesión ponía debajo de mi nombre. Le dije lo que soy: Ingeniero, coach, consultor y profesor. Y un poco pedante, pensaría Miguel Angel. Menos mal que me dijo que eligiera una. Elegí mi elemento.

Y tú, ¿estás trabajando en tu elemento?