Extremadura es una mina. Durante décadas los yacimientos mineros han sido uno de los principales motores de la economía regional y ahora optan a convertirse de nuevo en un peso pesado si prosperan las múltiples investigaciones que hay en marcha. La variedad y riqueza del suelo extremeño ha despertado un interés geológico que no para de crecer. En la actualidad, la Dirección General de Ordenación Industrial tiene vigentes 117 permisos concedidos a una quincena de empresas para investigar yacimientos en la región, que registra más de mil indicios.

Desde oro, cobre y uranio hasta granito, pizarra y mármol. La mitad de los permisos concedidos --55-- son para la búsqueda de minerales metálicos como el oro y otros metales asociados: cobre, níquel, cobalto, estaño, wolframio, titanio o litio, que principalmente se concentran en la provincia de Badajoz y en manos de Río Narcea Nickel, filial de la sueca Lundin Mining, que cuenta con 26 de estos derechos mineros.

El resto de concesiones se reparten en minerales energéticos, como el uranio, para los que existen tres permisos--; otros 32 para rocas y minerales industriales como la arcilla caolinítica, sílice (cuarzo), feldespato, arenas silíceas, arcilla cerámica, caliza y diabasa; y 28 permisos concedidos para investigar rocas ornamentales: granito, pizarra ornamental y mármol.

EN AUMENTO El interés de las empresas por explorar el suelo extremeño no para de crecer. A principios de 2012 había alrededor de medio centenar de permisos mineros. "Desde el repunte de los precios del oro ha habido una avalancha de proyectos y solicitudes de permisos para este y otros metales, también de minerales industriales", asegura la Administración. El interés por encontrar mineral suficiente que haga rentable la explotación de los recursos geológicos está en manos, principalmente, extranjeras.

Empresas canadienses, suecas, australianas, una francesa y otra sudafricana, entre otras, están apostando fuerte por los yacimientos extremeños. Prueba de ello son los tres proyectos de exploración minera más avanzados en la actualidad, según la Junta. La mina de estaño Santa María, en Pedroso de Acim, cuyos trabajos están auspiciados por la multinacional canadiense Eurotin --con socios extremeños--; la mina La Parrilla de Santa Amalia, donde otra empresa australiana trabaja para poner en marcha una explotación de estaño; o la Gambuta, en Bohonal, donde Minera de Río Alagón, filial de la australiana Berkeley Reources, realiza prospecciones de uranio.

"Son holdings con gran soporte tanto económico como tecnológico, muy experimentadas. Para esas grandes empresas suele ser relativamente barato realizar una investigación minera", explica el geólogo Eduardo Rebollada, miembro de la Asociación Geológica de Extremadura. "Bajo mi punto de vista, las empresas de mayor solvencia son aquellas que apenas divulgan su intención, sino que consiguen los permisos y realizan sus labores con profesionalidad, sin dar demasiadas pistas a la competencia. De esto se deduce que aquellas empresas que proclaman públicamente su presencia normalmente no tienen el caché mínimo para abrir una mina, a veces ni siquiera para realizar una investigación mínimamente seria", señala. "Como en cualquier sector que mueven gran cantidad de dinero, y la minería lo es, existen muchos nichos de empresas que buscan beneficio como intermediarias. Ese modo de actuar parasita al sector e impide que empresas solventes técnicamente realicen aquello para lo que están capacitadas", precisa.

Rebollada pone en evidencia algunos de los proyectos actuales: "Existen diversos en marcha, pero ninguno, me temo, con la solvencia necesaria para ser considerado una futura mina", pese a que reconoce que Extremadura tiene un potencial enorme aún por explotar y que los recursos geológicos mineros no están suficientemente aprovechados. "Extremadura es, probablemente junto a Andalucía, la región de mayor potencia en minería metálica de España. Hay antiguas minas que tienen un potencial económico importante, pero que requieren estudios de detalle, como los que se están realizando en La Codosera --donde Asturgold busca oro--, o en Almoharín".

Mientras las investigaciones continúan, 112 explotaciones mineras se mantienen activas en la región. La mina Aguablanca aprovecha cobre y níquel en Monesterio, existen 46 canteras de rocas ornamentales de granito repartidas por la región y dos de pizarra que abastecen el mercado tanto interno como externo, además de otros tantas de caliza, arcilla y feldespato que suministran materia prima a la cementera de Alconera y varias fábricas de productos cerámicos.