El mercado, la tienda del barrio, el supermercado, las grandes superficies... Estas son algunas de las opciones que los extremeños tienen a su disposición para comprar la comida, los productos del hogar, la ropa o los zapatos. Ante tanta oferta, los compradores sopesan cual de estos establecimientos se ajusta más a sus necesidades, hasta que finalmente se decanta por uno de ellos. Pero, ¿cuáles son las razones que llevan la balanza hacia uno u otro lado?

Según una encuesta realizada por el Instituto de Consumo de Extremadura, la causa con mayor peso entre los vecinos de los municipios de menos de 10.000 habitantes está relacionada con el precio. La mayoría se decanta por los establecimientos que ofrecen una cesta de la compra más barata y cargada de ofertas. De hecho, el precio de los productos es lo que más interesa al 47% de los encuestados. Pero este no es el único motivo, ya que hay otras razones que ayudan a los compradores a adoptar una decisión al respecto, como la proximidad.

Este es el argumento más importante para uno de cada cuatro responsables de la compra de las familias de las zonas rurales extremeñas, especialmente en el caso de quienes superan los 55 años de edad, debido a que suelen tener más dificultades para desplazarse que el resto de la población, o simplemente porque han desarrollado un mayor apego a estas tiendas con el paso de los años, e incluso mantiene una relación de amistad con los tenderos.

Por otro lado, hay quienes prefieren rascarse un poco más el bolsillo e incluso sacrificar parte de su tiempo en desplazarse a una tienda más lejana por el hecho de encontrarse con un catálogo de productos más variado y un mayor número de marcas sobre las que elegir. Este es el caso del 16% de los encuestados, una cifra algo superior al 12% de quienes consideran que lo más importante a la hora de decidir donde hacer la compra es la calidad de los productos que ofrece cada establecimiento. Por lo general los extremeños son fieles y realizan habitualmente la compra en las mismas tiendas, aunque esta tendencia se va reduciendo según baja la edad de los consumidores, siendo los más jóvenes quienes cambian de comercio con mayor asiduidad.

En la batalla entre las grandes superficies y las pequeñas tiendas de barrio, siete de cada diez encuestados valoran más el trato recibido en estas últimas por la confianza que desprenden, mientras que los hipermercados ofrecen, a juicio de los extremeños, un servicio más profesional.