La familia Ruiz-Mateos busca desesperadamente un inversor que acuda al rescate y les permita solucionar el problema de Carcesa y del resto de empresas del grupo. La primera intentona no fructificó. El fondo de inversión estadounidense Oaktree desistió de participar en Nueva Rumasa tras auditar las cuentas del holding. Ahora Ruiz-Mateos negocia con la sociedad portuguesa de capital riesgo Megafinance Partners, para que inyecte 70 millones de euros algunas de sus empresas, según confirmó a Europa Press una portavoz del fondo.