Extremadura se está posicionando como referente de las nuevas tecnologías y su futuro depende directamente de los profesionales que trabajan en este sector pero encontrarlos no resulta fácil. Ni para las empresa tecnológicas instaladas en Extremadura y para el resto.

Ingeniero de software es el perfil más buscado en el mercado laboral. Prueba de ello es la celebración reciente de una feria en Madrid con el único objetivo de encontrar a estos profesionales que escasean. "Hay una demanda muy elevada que se veía venir desde hace algunos años", cuenta Juan Hernández, catedrático de la Universidad de Extremadura y coordinador de uno de los grupos de investigación más potentes de la Uex, Quercus. En el 2013 se preveía que el mercado de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) iba a crear 580.000 empleos para 2015 y en 2020 se necesitarán 1,3 millones de empleos en toda Europa. Dentro del ámbito de la informática, hay diversas especializaciones pero son los especialistas en software los más demandados por el sector y también los más difíciles de encontrar.

El origen del problema está en las universidades, que no están produciendo titulados al mismo ritmo que demanda el mercado laboral. La Escuela Politécnica de Cáceres, el único centro que imparte estos estudios en la región, sólo admite a 80 alumnos de nuevo ingreso y apenas saca a unos 30 cada año. "El numerus clausus es bastante bajo en comparación con otras universidades y creo que es una buena oportunidad de incrementarlo", explica Hernández, que maneja los datos de otros campus con esta ingeniería tan demandada: en Sevilla en el curso 2013-2014 se ofertaron 264 plazas, en la Complutense de Madrid 106 y en la Politécnica de Madrid 207.

"Nosotros solo tenemos 80 alumnos de nuevo ingreso y la tasa de egresados posterior no está acorde porque al cabo de cuatro años salen 20 o 30 personas tituladas y no vale solo con reconvertir a profesionales de otras ingenierías porque no tienen la especialidad suficiente como para abordar los nuevos temas que se imponen ahora", apunta.

Big data, cloud computing,...

Se refiere el catedrático a tendencias como el 'cloud computing', la gestión de grandes datos --'big data'--, el desarrollo en dispositivos móviles, lo que se conoce como el Internet de las cosas,... "Todo este tipo de tecnologías no las abordan otras ciencias, solo la informática en general y la ingeniería del software en particular y estamos perdiendo una oportunidad", insiste.

No hay que olvidar que en los últimos años el sector de las TIC cuenta con potentes factorías que se han instalado en la región como Ibermática, Indra o Insa con cientos de empleados, así como otras de menor tamaño. "Y esas empresas están necesitando personal que si no lo encuentran aquí tendrán que buscarlos fuera a otras universidades". Por ello, desde el departamento que dirige este catedrático y avalado por la demanda de esas empresas tecnológicas instaladas en la región van a solicitar a la universidad un aumento del número de alumnos de ingreso en estas carreras.

"La idea que estamos barajando es plantear un plan estratégico para ver cómo podemos abordar esta situación y obviamente la forma sencilla de hacerlo es con recursos humanos. Ya tenemos estudios de cuánto profesorado podría hacer falta para aumentar el numerus clausus. En el caso de Ingeniería del Software no es cuestión de lanzarse a la piscina ahora directamente y pasar de 80 a 200 plazas de nuevo ingreso pero a lo mejor sí podemos hacer un incremento gradual, llegar 120 y después ver cómo ir aumentando la tasa de ingreso. Eso, lógicamente, obligará a que la universidad haga un pequeño sacrificio pero es una buena oportunidad porque capta estudiantes que luego tienen un puesto de trabajo asegurado", señala Hernández.

Los planes de estudios

La rigidez de los planes de estudios es otro de los problemas con los que se topa el sector. "Estos planes no evolucionan al mismo ritmo que lo hace la tecnología y pronto se quedan obsoletos. Necesitamos también avanzar en este ámbito y poder ofrecer materias en las últimas tecnologías".

Los estudios de informática comenzaron en la Uex en 1982 con una simple diplomatura que posteriormente se convirtió en una ingeniería con tres especialidades: técnica de sistemas, de gestión e informática superior. Así se mantuvieron los planes hasta la entrada en el Espacio Europeo de Educación Superior que transformó estos títulos en tres grados: Ingeniería del Software, Ingeniería de Computadores (ambas se imparten en la Politécnica de Cáceres) e Ingeniería en Tecnología de la Información (en el campus de Mérida). La primera concentra en torno al 70% de la demanda del mercado laboral frente al 30% del resto, según los estudios del Instituto de Tecnología de EEUU que maneja el catedrático.

Tal es la demanda que hace apenas tres semanas medio centenar de empresas del sector celebraron en Madrid la primera Feria Europea del Empleo Digital --financiada por organismos públicos-- con el único objetivo de fichar nuevos ingenieros de las TIC, ofrecían más de 800 puestos --la mayoría relacionados con el desarrollo de software-- y no tuvieron mucha suerte. Hay empresas que incluso ofrecen recompensas de entre 1.000 y 3.000 euros para la persona que encuentre al ingeniero que se adecua a las necesidades de la empresa.

Lo que buscan estas empresas europeas lo buscan también las extremeñas. Homeria es una pyme surgida en el seno de la universidad extremeña que emplea a 17 ingenieros 'captados' directamente de la facultad. Su director, Fernando Sánchez Figueroa, profesor también en Politécnica reconoce que es necesario aumentar la cifra de alumnos de nuevo ingreso pero también adaptar los planes de estudio y ofrecer asignaturas optativas relacionadas con las últimas tecnologías "para que el alumno salga ya con esa preparación que si no la tiene tendrá que ofrecerla la empresa, se trata de que se capacite al estudiante para el mercado cuanto antes", dice.

Su empresa es pequeña y por su conexión directa con la Uex no encuentra muchos problemas para contratar el personal que requiere, pero reconoce que aquellas factorías con un volumen mayor de contratación sí sufren los inconvenientes de la escasez de profesionales motivado principalmente por el auge de las TIC. "El software es cada día más importante, ha invadido cualquier sector que se pueda pensar", destaca el profesor.

No cree que haya habido falta de previsión: "las titulaciones de informática posiblemente son las que más presencia tienen en las universidades pero la demanda es brutal. Todas las empresas que se precien están demandando soluciones de software y para eso se necesita gente con preparación. La demanda es fuerte y esto va a más, cada vez se demanda más ingenieros de software capaces de dar soluciones en menos tiempo para más dispositivos... Y es que todo lleva software: un teléfono móvil lleva una cantidad de software brutal, pero un televisor lleva también ya y cada vez está más presente. Dentro de poco nuestra ropa llevará dispositivos con software para controlar ciertas cosas, nuestro relojes, por no hablar de temas de administración pública y gestión de empresas", indica Sánchez Figueroa.

Por ello, considera necesario ampliar el numerus clausus de esta titulación en la Uex pero también aumentar la oferta de optativas. "Hay que actuar en poder ofertar más asignaturas optativas relacionadas con las últimas tecnologías para que el alumno salga con esa preparación que si no la tiene la va a tener que hacer complementaria en la empresa. Hay que ofrecer ese plus de conocimiento", insiste.

Más grave en Extremadura

"La escasez de profesionales TIC es un problema global, que afecta y preocupa a todos los países, pero se agrava aún más en Extremadura por haber una alta demanda muy difícil de cubrir con los profesionales que hay actualmente", reconoce Víctor Díaz Cano, responsable en la región de una de las factorías más potentes, Ibermática, que subraya que Extremadura se está posicionando como un referente tecnológico a nivel nacional "gracias al trabajo del sector educativo en general y de la universidad y la Junta en particular".

Esta empresa se instaló en la capital extremeña en el 2013 y ya dispone de dos oficinas con más de 150 empleados. "Nuestras previsión a corto y medio plazo es seguir creciendo, por lo que la idea es seguir aumentando la plantilla", señala. De momento, no encuentran muchos problemas para ello por la relación directa que mantienen con la universidad extremeña. "Hay una apuesta importante por profesionales junior, interesados en aprender y dar sus primeros pasos en el mercado laboral con nosotros. De ahí el contacto permanente con centros de formación y la universidad con los que tenemos acuerdos de colaboración para la realización de prácticas, que en la mayoría de los casos finalizan con la incorporación de estos estudiantes a nuestros proyectos", explica.

Además, precisa que también contratan a profesionales con experiencia contrastada que se inscriben en sus ofertas "o que hemos identificado en redes sociales". "Estas dos fórmulas nos permiten anticiparnos y tener preparados y formados a nuestros profesionales, tanto en metodologías de trabajo internas como en las diferentes tecnologías punteras necesarias para cada cliente. Esto nos permite ser ágiles y cubrir las necesidades que nos surgen en el menor tiempo posible".

No obstante, reconoce que dadas las necesidades del mercado laboral es importante mantener la línea de colaboración abierta entre la universidad y la empresa, que "ha posibilidad que los estudiantes cuenten con la formación adecuada para acceder a su primer empleo", para que esas diferencias que pueda existir entre los planes de estudio y las necesidades de la empresa sean cada vez menores y el número de titulados se vaya acercando a las necesidades reales del sector, que cada día son más.