"Señor, trabajo". Esa es la frase más pronunciada en la tarde de ayer por los inmigrantes con los que habló EL PERIODICO EXTREMADURA en campamentos ilegales de los términos municipales de Navaconcejo, Cabezuela del Valle y Jerte. Otros, en un español muy deficiente, aclaraban que "además de para comer" quieren "trabajo para vivir en una casa digna, no aquí tirados en el suelo".

Este es el caso de la rumana Irina Salagyi, que vive con su marido "y dos hijos, de 14 y 11 años", respectivamente, junto a la corriente del río. Se le nota que su deseo de trabajar en la recolección de las cerezas se acentúa, cuando piensa en los niños, y "la cantidad de insectos y culebras", que pululan por la zona de acampada.

La situación, "muy delicada", que viven los temporeros en el Valle del Jerte, especialmente los que no tienen trabajo, fue denunciada en la mañana de ayer, por la secretaria general de la Federación Agroalimentaria de UGT, Raquel López, quien señaló que el número de inmigrantes que viven en situación de hacinamiento en la comarca vallense se acerca a los 500. Han acudido a la campaña de recolección de las cerezas, pero "tienen pocas posibilidades de encontrar trabajo", debido a que se prevé un descenso en la producción, que se mueve en una horquilla "que oscila entre el 30 y el 40%", según los datos que maneja el presidente de la Agrupación de Cooperativas, Angel Prieto.

La denuncia sindical

Tras visitar los municipios de Navaconcejo, Cabezuela del Valle y Jerte, Raquel López, dijo que alrededor de 500 inmigrantes, en su mayoría rumanos, se encuentran en una situación "muy delicada". Por este motivo pidió a las autoridades competentes que adopten "ya", medidas encaminadas a erradicar la problemática de alojamientos. Además criticó la situación sanitaria en la que se encuentran muchos niños, que solamente tienen, "un plástico por tejado, en una especie de chabola".

Este diario recorrió en la tarde de ayer la zona de los municipios donde, según UGT se encuentran los asentamientos de inmigrantes y encontró dos campamentos en Cabezuela. Las personas que estaban en esos momentos en las respectivas acampadas aseguraron que en la primera viven alrededor de 25 habitantes y en la segunda, aproximadamente 30.

El presidente de la Mancomunidad Integral de Municipios del Valle del Jerte, Félix Díaz, señaló que la situación está controlada, aunque reconoció que al principio de la campaña cerecera "ha habido más inmigrantes", que al no encontrar trabajo han optado por macharse. No obstante dijo que la mancomunidad está realizando una campaña de reparto de alimentos entre las 08.30 y las 10.30 de la mañana, de lunes a viernes.