Los ayuntamientos de Cáceres y Badajoz están entre los cinco que más han elevado el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) en España en el 2002. Así, los municipios cacereño y pacense ocupan los puestos cuarto y quinto, respectivamente, a nivel nacional, tan sólo por detrás de Burgos, Zamora y Guadalajara, según refleja el Ránking tributario del 2002 , en el que se recoge la fiscalidad municipal en las 50 capitales de provincia y las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

Del total de ciudades, 19 han elevado el gravamen del impuesto en este ejercicio, en un intento de adaptar su política tributaria a la fuerte demanda de vivienda, lo que les ha reportado importantes incrementos en la recaudación del IBI.

POR ENCIMA DE LA MEDIA

En concreto, la variación que ha experimentado el municipio cacereño con respecto al pasado año ha supuesto un incremento del 8,89%, mientras que la de Badajoz ha alcanzado el 8,70%, cifras que superan ampliamente la media nacional, que, según el Ránking tributario del 2002 , se sitúa en el 4,23%, una cifra que también ha experimentado una subida progresiva, ya que en el 2001 la media fue del 2,5% y en el 2000 tan sólo representaba un 1,7% (en el caso de Cáceres, la corporación municipal ya aprobó en el 99 la medida de aumentar los tipos impositivos del IBI de forma escalonada).

Todo ello permitirá a los dos ayuntamientos extremeños obtener ingresos de la subida de los tipos impositivos y de los valores catastrales de los inmuebles, así como de la base de cálculo del IBI.

Para los expertos, esta medida puede deberse a la necesidad de las administraciones locales de contar con los fuertes ingresos de un impuesto que les permita afrontar tanto la suspensión del IAE, como la entrada en vigor de la estabilidad presupuestaria, que conllevará un equilibrio entre los ingresos y los gastos municipales.

Asimismo, el Ránking Tributario , elaborado por el Ayuntamiento de Madrid, refleja que el esfuerzo fiscal relativo del IBI realizado por los dos consistorios extremeños está por debajo de la media nacional, un 37%. Es decir, que la relación entre el gravamen del impuesto fijado y el límite establecido por ley es en Cáceres del 15,94% y en Badajoz del 53,82%.

Hay que recordar que la capital cacereña ocupa el último lugar en cuanto a presión fiscal con un 20%, sobre un total de 115 ciudades mayores de 50.000 habitantes, mientras que Badajoz está en el puesto 70 con un 42%.