Casi hubo más agentes que estudiantes en el tercer día de huelga. Medio centenar de policías nacionales, unos 40 antidisturbios venidos de Sevilla y otra docena de agentes del Grupo Operativo de Respuesta y cinco furgones blindaron la zona de la subdelegación del Gobierno en Cáceres para evitar altercados en la concentración de ayer de un centenar de estudiantes que transcurrió sin incidencias y que también se celebró sin autorización. En primera línea había unos 30 policías y el resto en reserva. La incesante lluvia y el amplio despliegue policial frenó a los cientos que manifestantes que se registraron el día anterior y que fueron disueltos dos horas después por una carga policial tras lanzar objetos a los agentes.

Ayer solo hubo pitos, gritos y consignas como "no somos delincuentes", "Monago, córtate un dedo", "que el próximo parado, sea diputado". La concentración, que comenzó a la 13.00 horas se desarrolló bajo la lluvia durante más de hora y media con normalidad, aunque los agentes retiraron huevos que llevaba algún manifestante y pidió el carnet a varios jóvenes, a los que sancionó por no llevarlo encima o no querer mostrarlo. El grupo, concentrado en el paseo central de Virgen de la Montaña, estuvo flanqueado en todo momento por ocho antidisturbios y otra veintena de agentes junto a la puerta de la subdelegación, custodiada también por cinco furgones antidisturbios. "Es desmesurado este despliegue, si lo que se han gastado en traer a toda esta gente lo invirtieran en la educación, no tendríamos que estar aquí", decían los universitarios Miguel y María y repetían María y Celia del IES Brocense. Entre los manifestantes también había algunos padres, como Carmen, que acompañó a sus dos hijos a la protesta "porque me preocupa mucho su futuro". Otro padre criticaba la carga policial del miércoles: "está totalmente injustificado pegar a niños de 16 años". También una profesora de la Universidad Laboral se colocó en primera fila. "Están dinamitando la enseñanza pública y el coste social que vamos a pagar es muy alto".

En Badajoz, esta última jornada no tuvo presencia en la calle y en Mérida unos 200 jóvenes volvieron a concentrarse ante la Consejería de Educación. La manifestación recorrió algunas calles del centro de forma pacífica, salvo por un pequeño grupo que intentó, sin éxito acceder a la cadena Cope profiriendo gritos de "fascistas" y aporreando la puerta, según los trabajadores.

Esta última jornada de la huelga que comenzó el martes tuvo más incidencia en los centros educativos. En institutos de Cáceres como el Norba o el Brocense la ausencia de alumnos de 3º de ESO en adelante rondó el 90% desde el primer día, y ayer faltaron también muchos alumnos del primer ciclo de ESO. En el Norba había clases con solo un estudiante en estas etapas. En Badajoz la respuesta fue más desigual con centros al 30% y otros al 98%.

Pero la protesta de los padres no caló al mismo nivel en Primaria. Los colegios apenas notaron la incidencia del llamamiento de las ampas para sumarse a la huelga. En el colegio Virgen de Guadalupe de Cáceres faltaron 2 o 3 alumnos por clase y en las Delicias 31 de 240. La Junta cifró ayer el seguimiento de la huelga en un 30% y apeló a la responsabilidad para retomar las clases. Desde el Sindicato de Estudiantes, convocante, lo elevan al 80%.