Cáceres ha puesto punto y final a una Semana Santa multitudinaria. La procesión del Domingo de Resurrección, con el Encuentro de la Virgen de la Alegría y del Cristo Resucitado en la bandeja central de la plaza Mayor, puso el broche de oro a una semana intensa de desfiles procesionales que han registrado un "récord de público", según valoró ayer el presidente de la Unión de Cofradías Penitenciales, Luis Jiménez.

La ciudad, los hoteles, restaurantes, bares y las calles de todo el entorno de la plaza Mayor y la ciudad monumental, han ofrecido durante toda la semana una imagen de masificación total. El propio Jiménez expresaba ayer su sorpresa porque hasta las procesiones de la hermandad de la que es mayordomo, la del Cristo del Humilladero, han tenido un seguimiento masivo en todo su recorrido, "algo que no es habitual", comentaba ayer. Esta cofradía es la única que procesiona fuera del centro, en las barriadas de Llopis Ivorra y Espíritu Santo.

FALTA DE COFRADES "Sin excepción, todas las procesiones han contado con una afluencia máxima. En los últimos 5 o 6 años, yo no había visto nada igual", manifestó el presidente de las hermandades. Manifestó su "satisfacción" por el resultado de todos los desfiles, "con el trago amargo de la suspensión del Santo Entierro por la lluvia".

También resaltó, como dato negativo, que algunas cofradías han registrado un número muy justo de hermanos cofrades en sus desfiles, por lo que algunos pasos tuvieron que procesionar con un único relevo. Así le ocurrió, dijo, a la cofradía del Cristo de las Batallas, el Domingo de Ramos, o al Cristo del Amor.

El alcalde de la ciudad, José María Saponi, consideró por su parte que la Semana Santa "ha sido un éxito de gente", tanto de toda España como de fuera, que se han dado cita en la ciudad para contemplar una Semana Santa "que creemos que tiene una gran importancia cultural, artística y religiosa" y "con todo lo necesario" para ser declarada fiesta de interés internacional. Ya tiene la declaración nacional.

En este sentido, Saponi apuntó que si los cacereños quieren, el ayuntamiento apoyaría y solicitaría la declaración internacional, aunque advirtió de que tendría que ser "un esfuerzo de todos" los implicados.

Por otro lado, el obispo de la diócesis de Coria-Cáceres, Ciriaco Benavente, también realizó ayer un balance muy positivo de los actos litúrgicos celebrados estos días. "Yo creo que en la Semana Santa --dijo-- siempre se avivan un poco las brasas que a veces están escondidas bajos las cenizas".