La reunión de la cúpula extremeña del PP (presidente regional, Carlos Floriano; secretario regional, César Díez Solís, y presidentes provinciales en Badajoz y Cáceres, José Antonio Monago y Laureano León, respectivamente) con Ana Mato, vicesecretaria de Organización, no logró dejarlo todo atado y bien atado . Preguntó Mato si la candidatura de Monago a la Presidencia de los populares concitaría el consenso, y León torció el gesto. Ni de broma.

Si ni en la dirección regional había fumata blanca para el edil pacense y senador por designación de la Asamblea, ¿cómo iba a lograrse el placet de los críticos?, debió preguntarse la vicesecretaria. Para corroborarlo, ahí quedaron las palabras de Rafael Mateos, alcalde de Navalmoral: "Monago no es el candidato de la dirección nacional, es el candidato de Celdrán".

Esta es la tesis que se maneja ahora en el PP. El lanzamiento del nombre de Teresa Angulo como posible candidata oficialista habría respondido a una estrategia del alcalde pacense: sabiendo que se produciría una marea en contra, como así fue, presentaría luego a Monago como opción salvadora. Así se lo habría transmitido al alcalde de Don Benito, Mariano Gallego, en una reunión que ambos mantuvieron hace diez días en el hotel Las Lomas, de Mérida, ante el estupor de éste, que no da crédito a lo que está pasando.

Más si se tiene en cuenta que unos días antes, en reunión del comité provincial de Badajoz (en la que estaba Gallego), un compungido Monago declaraba su renuncia a cualquier aspiración de presidir el PP extremeño, actuación que suscitó un ácido comentario en prensa de su correligionario Tomás Martín Tamayo.

Esta maniobra ha provocado malestar incluso entre algunos adeptos al sector oficialista. Malestar que aumentó al saberse cuál es el trato: Monago, si es elegido presidente, tendría que renunciar a su escaño de senador designado por la Asamblea y su puesto lo ocuparía Cristina Herrera, sacrificada en su día por Celdrán ante las polémicas urbanísticas en la capital pacense.

Mientras, los críticos Mateos, Pedro Acedo y Javier Casado almuerzan en Valdesalor haciendo que se visualice su unidad. Según el alcalde moralo, el fin era, no pactar quién iría de los tres en cabeza, sino hacer ver que hay posibilidad para cambiar.

Mientras, Monago ni confirma ni desmiente si la dirección nacional le tiene como elegido ni si se va a presentar siquiera, y asegura que si tiene algo que decir, ya hablará, aunque sus partidarios en la Diputación de Badajoz, encabezados por el portavoz Fran Fragoso ya piden avales para él.

Mientras, Mariano Gallego guarda silencio y sólo manifiesta su malestar por lo que está ocurriendo en privado.

El día 25 parte del panorama se despejará. Ese día cumple el plazo para que los precandidatos presenten los 90 avales que necesitan como mínimo para ser candidatos. Será entonces cuando se inicie realmente el camino hacia la sustitución de Carlos Floriano como presidente regional del PP.