Primer desembalse del invierno en el embalse del Guadiloba en Cáceres. Las intensas lluvias caídas en la capital cacereña desde la madrugada del viernes obligaron al ayuntamiento a tomar ayer la decisión para reducir la capacidad del pantano por debajo del 90%, nivel recomendado por los técnicos por si hiciera falta hacer nuevos desembalses en las próximas horas.

La medida comenzó a ejecutarse a las diez de la mañana y se estuvo liberando agua durante toda la tarde de manera ininterrumpida. Hasta las diez de la noche, doce horas después, no se logró el objetivo de bajar de los 19 hectómetros cúbicos de capacidad debido a las fuertes precipitaciones que cayeron sobre la capital cacereña. En total se aliviaron dos hectómetros, precisó Miguel López, concejal de Infraestructuras en Cáceres.

Antes de comenzar a desembalsar, el pantano registraba 19,3 hectómetros. A las 19 horas ya había vertido cerca de un hectómetro y medio. Fue necesaria la apertura de una de las tres compuertas del aliviadero de nueva construcción del pantano, que cuenta con otras tantas del antiguo en la misma zona.

NORMALIDAD López detalló que los trabajos se desarrollaron con normalidad, coordinados por técnicos municipales y de la empresa concesionaria Canal de Isabel II. Como es habitual cuando se acometen desembalses, volvió a activarse el protocolo mediante el que se dio aviso primero a los hortelanos de la Ribera del Marco para que abandonaran sus propiedades situadas junto al cauce. Los requerimientos por parte de la policía local se realizaron desde las siete de la mañana, tres horas antes de que comenzara el desembalse. Patrullas recorrieron en vehículos especiales la zona inundable para cerciorarse de que no quedaban personas ni animales.

López indicó que las predicciones meteorológicas para este fin de semana podrían obligar a aliviar de nuevo, aunque ante esta previsión ayer por la tarde se decidió seguir desembalsando. "Está entrando tanta agua como la que sale", remarcó el concejal, que situó en la cota 358,75 --el pantano puede alcanzar la 360-- el objetivo para poder finalizar los trabajos. Este tope significa dejarlo por encima de los 18,5 hectómetros cúbicos.

El pasado invierno tuvieron que realizarse hasta una quincena de desembalses por las fuertes lluvias. El primero se llevó a cabo el 4 de enero y el último fue en marzo, recordó López.