Los estudios informativos que ya se han presentado sobre el trazado previsto para el tren de alta velocidad no recogen cómo afectará la nueva línea férrea al casco urbano de Cáceres. Sí al municipio, el más extenso de España, pero no a la ciudad. Se está dando por hecho que el tren, bien en su recorrido regional o en el internacional Madrid-Lisboa, parará y entrará en Cáceres. Pero, hasta ahora, Fomento no ha especificado por dónde irá la línea. El último estudio informativo, el del tramo entre Cáceres y Badajoz, arranca desde el cerro Romano, en las traseras de la finca de la base militar de Santa Ana.

Para acceder a la estación de Cáceres hay que salvar hasta tres curvas, las que bordean Los Castellanos, Aldea Moret y el cerro Romano, un trazado que no es el más adecuado para un tren de alta velocidad. En el plan general de urbanismo en vigor hay una reserva de suelo (una franja de terreno) para uso ferroviario que pasa por detrás del cerro de los Pinos y evita las tres curvas. Un pasillo que conecta Las Capellanía con el cerro Romano y que se ensancha en la zona donde estuvo el Junquillo, terreno que, en caso de ser necesario, queda para la ejecución de una nueva estación de ferrocarril o para hacer un intercambiador conectado con la estación actual, que ha quedado dentro de la ciudad.

No obstante, la intención de Renfe es, hasta el momento, la de mantener la estación, dando un uso comercial a parte del recinto. Al menos ese es el principal objetivo del convenio presentado por la compañía al ayuntamiento hace cuatro años y que aún no se ha desarrollado.

El corredor ferroviario que aparece en el plan se ha visto en parte afectado por el trazado de la autovía de la Plata, por lo que la reserva de terreno para el ferrocarril en las proximidades de la ciudad y la ubicación de la estación serán dos de las cuestiones que se examinarán en la nueva revisión del plan.