Instituciones Penitenciarias dará un nuevo uso a las instalaciones de la antigua cárcel de Cáceres I. El Gobierno pretende que, en un plazo no superior a los 24 meses, este enclave acoja un futuro Centro de Inserción Social para reclusos. La directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, anunció ayer en Badajoz que el proyecto de nueva construcción viene a sustituir la sección abierta que actualmente existe en estas dependencias carcelarias, en las que se acometerán inversiones para mejorar sus instalaciones.

Técnicos del Ministerio del Interior visitaron ayer Cáceres para estudiar para la construcción del nuevo centro. Durante su visita a la capital cacereña, Gallizo destacó el principio de acuerdo al que se ha llegado con la diputación provincial y el ayuntamiento, propietarios del terreno. Con esta actuación, Instituciones Penitenciarias pretende también dar respuesta a la alta ocupación que hay en las cárceles extremeñas.

Extremadura cuenta en la actualidad con una población reclusa de unos 1.200 presos. A pesar de ello, Gallizo señaló que "Extremadura no es una de las comunidades en las que hay mayor índice de ocupación" y aclaró que está "perfectamente dimensionada" con la capacidad de las prisiones. Según la directora general de Instituciones Penitenciarias, a esta situación se llega debido a que en los últimos cinco años se ha registrado un incremento de la población reclusa que ha provocado que las infraestructuras se hayan quedado pequeñas. Así, avanzó que el Consejo de Ministros aprobará en las próximas semanas un Plan de Centros que abordará esta carencia de plazas.

Desde el Ministerio del Interior se reconoce que aunque las cárceles extremeñas no son nuevas, "no sufren un deterioro extremado al margen de que no haya habido una política de mantenimiento de las instalaciones adecuada". Por ello, pretende que el nuevo Centro de Inserción Social sea un complemento para mejorar los niveles actuales de ocupación.

Al margen de las infraestructuras, la directora general de Instituciones Penitenciarias señaló que uno de los problemas más importantes de las prisiones de la región son las pocas oportunidades que hay para desarrollar trabajo productivo en los centros, por lo que se marcó esta carencia como una de las prioridades a abordar.

"Es necesario concienciar al tejido empresarial de la región y a las instituciones de que invertir en dar trabajo a las personas que están privadas de libertad es una manera de invertir en seguridad", explicó Gallizo.