La Dirección General de Tráfico (DGT) logró cobrar el año pasado el 77% de las multas impuestas a los conductores de Extremadura. De esta forma, en los últimos seis años la recaudación por este motivo ha aumentado un 17% pese a que el volumen de sanciones ha caído un 16% en el mismo periodo, según los datos de la propia DGT y del Ministerio del Interior.

Y es que los últimos cambios normativos han permitido a la DGT mejorar la gestión ejecutiva y solucionar un importante problema que se venía produciendo en los últimos años. Así, en 1996 se impusieron 75.000 multas, pero el alto número de recursos presentados --y ganados-- por los afectados hizo que sólo se cobrasen 4,4 millones de euros correspondientes a 41.500 infracciones. Es decir, que sólo se ejecutaron el 55% de las sanciones.

Por el contrario, el año pasado los extremeños pagaron 49.932 de las 64.666 multas que sufrieron (el 77%), de forma que la recaudación ascendió a algo más de 5,3 millones de euros.

EVOLUCION CONTRARIA

Con todo, en estos seis años el número de sanciones impuestas ha caído un 16%, mientras que la cantidad recaudada ha crecido más de un 17%.

Por lo que se refiere concretamente a las multas del 2002, el exceso de velocidad continúa siendo la causa principal de las sanciones a los conductores extremeños. De hecho, una de cada cuatro se debió a este motivo. Otras de las infracciones habituales fueron la falta del cinturón de seguridad (3.623 multas) --en octubre la DGT puso en marcha una campaña para controlar este aspecto-- y el dar positivo en los controles de alcoholemia (1.318). Además, Tráfico retiró más de 2.400 permisos de conducir.

La sanción media en la comunidad es de 106 euros, pero si se conduce bebido la multa media se sitúa en los 500 euros.