Caja Extremadura decidirá hoy en una asamblea general extraordinaria si sigue adelante con el proceso de integración con CajAstur y Caja Cantabria. Está previsto que la asamblea se celebre en el auditorio de Santa Ana de Plasencia, a partir de las cinco de la tarde en primera convocatoria y media hora más tarde en segunda. Las entidades asturiana y cántabra también someterán mañana a votación este proyecto de fusión fría.

Los acuerdos del nuevo SIP, aprobados el pasado 8 de abril por los consejos de administración de las tres cajas, darán origen a una nueva entidad, a favor de la cual CajAstur, Caja Cantabria y Caja Extremadura segregarán sus respectivos negocios financieros.

Las cajas someterán el traspaso de activos a la aprobación de las asambleas que celebrarán nuevamente en las próximas semanas, y la integración de los negocios de las tres entidades no necesitará ayudas públicas para cumplir con las nuevas exigencias de solvencia.

Para que se le dé el visto bueno a esta alianza, deberá contar con el voto favorable de al menos dos tercios de los consejeros generales que asistan a la asamblea de mañana. La entidad resultante de esta operación tendría unos activos de más de 53.000 millones de euros, una red de 1.400 oficinas y una plantilla de 6.500 empleados. Su tasa de morosidad se situaría en el 4,2%, frente a una media de las cajas del 5,8%, mientras que el core capital alcanzaría el 8,4%, uno de los más elevados del sector.

En este sentido, como opción principal para alcanzar el mínimo de capital principal exigido por el Gobierno (10%), este grupo buscará dar entrada a socios privados mediante una ampliación de al menos el 20% del capital social del banco que van a conformar las tres cajas. La segunda opción presentada al Banco de España sería la de obtener recursos generando plusvalías o reteniendo beneficios.